El Papa designó a cinco personas para indagar en las actividades del IOR, que está sospechado de lavado.
En una movida que representa un verdadero sacudón y una señal de que está determinado a hacer cambios radicales, el Papa creó una comisión especial para investigar el Instituto para las Obras de Religión (IOR), el llamado "banco vaticano", envuelto en escándalos y sospechado de lavado de dinero.
Decidido a indagar qué hay y hubo de turbio en el IOR para poder convertirlo en un banco transparente, Francisco instituyó la Pontificia Comisión Referente sobre el IOR, de cinco miembros.
Entre ellos sólo hay un italiano, el cardenal Raffaele Farina, que presidirá la comisión, y una mujer, la profesora de Harvard Mary Ann Glendon, ex embajadora de los Estados Unidos ante la Santa Sede.
Además hay un obispo español, Juan Ignacio Arrieta Ochoa de Chinchetru, que será el coordinador de la comisión, y otro estadounidense Peter Wells, diplomático de la Secretaría de Estado, que actuará como su secretario. El cardenal francés Jean-Louis Tauran, famoso por haber anunciado la elección de Jorge Bergoglio al mundo, en marzo pasado, también será parte del grupo.
La comisión, que comenzará a funcionar en estos días, "nació del deseo del Santo Padre de conocer mejor la posición jurídica y las actividades del Instituto para permitir una mejor armonización de éste con la misión de la Iglesia universal y de la Sede Apostólica, en el contexto más general de reformas que sea oportuno realizar de parte de las instituciones que dan auxilio a la Sede Apostólica", indicó un comunicado de la Secretaría de Estado.
"La comisión tiene como objetivo recolectar informaciones sobre el estado del instituto y presentar los resultados al Santo Padre", agregó el mismo comunicado, que fue difundido junto al "quirógrafo", es decir, el documento escrito a mano por el mismo Francisco, con fecha 24 de junio, que detalla sus funciones.
La intervención se da siguiendo la huella de Benedicto XVI y "tras haber escuchado la opinión de diversos cardenales y otros hermanos del episcopado y otros colaboradores, a la luz de la necesidad de introducir reformas en las instituciones que dan auxilio a la Sede Apostólica", escribió el Papa.
Hace diez días, en un primer paso hacia la reforma del IOR, Francisco había nombrado a uno de sus hombres de confianza, monseñor Battista Mario Salvatore Ricca, director de la Casa Santa Marta, donde se aloja, como nuevo "prelado" del cuestionado "banco del Papa".
Según analistas, es evidente que el Papa quiere entender qué pasa allí dentro. Y que no confía en la información que los dirigentes del IOR puedan darle. La creación de una comisión especial para investigar el estado del IOR, en efecto, choca con las declaraciones realizadas hace menos de un mes por su presidente, el aristócrata alemán Ernst von Freyberg, quien afirmó ante la prensa no tener indicación de que hubiera cuentas cifradas o irregularidades.
ACCESO IRRESTRICTO
La comisión puesta a punto por Francisco lo informará directa y regularmente, y tendrá acceso a todos los papeles del banco del Vaticano, cuyos responsables no podrán negarse a suministrar información aduciendo el secreto ligado a su cargo, como pasó en tantas ocasiones.
"El secreto oficial y eventuales otras restricciones establecidas en el ordenamiento jurídico no inhiben ni limitan el acceso de la Comisión a documentos, datos e informaciones", indica Francisco en su documento, que también destaca que la comisión podrá contar con colaboradores o consultores si lo estiman necesario.
El IOR controla un patrimonio de unos 5000 millones de euros y 19.000 cuentas bancarias. Sin contar el escándalo que incluyó en la década de 1980 las muertes de Roberto Calvi, el responsable de la bancarrota del Banco Ambrosiano, y del banquero mafioso Michele Sindona, ambos miembros de la logia masónica P2, desde hace décadas la institución se ve sacudida por sospechas de ilícitos. La fiscalía de Roma abrió en 2010 una investigación en su contra por una operación sospechosa en la que se podrían haber lavado 23 millones de euros. Y la fiscalía de Salerno investiga a Nunzio Scarano, responsable del servicio de contabilidad del dicasterio que gestiona los bienes del Vaticano, siempre por un posible delito de lavado de dinero.
Ayer, antes de que se conociera esta revolucionaria intervención en el IOR, durante su catequesis en la audiencia general, Francisco señaló que "la Iglesia no es un entramado de cosas e intereses".
UNA INSTITUCIÓN CUESTIONADA
Desde hace años, el IOR está envuelto en escándalos
Creación: fue fundado en 1942 por el papa Pío XII
19.000
Cuentas
Son de monjas, curas y congregaciones religiosas de todo el mundo
5000
Millones de euros
Es el patrimonio estimado del IOR
112
Empleados
Trabajan en la única sede del Vaticano. Técnicamente, el IOR no es un banco; no tiene fin de lucro y administra bienes que le son confiados por personas físicas o jurídicas y destinados a obras de religión y caridad
Transparencia:
Benedicto XVI quiso limpiar y normalizar el IOR. Antes de renunciar, nombró al alemán Ernst von Freyberg como nuevo presidente de la institución, en lugar de Ettore Gotti Tedeschi, destituido tras verse envuelto en irregularidades. A partir de la presidencia de Von Freyberg, expertos de la financiera Promontory verifican cada una de las cuentas.
6
Investigaciones judiciales
Está sospechado de lavado de dinero de grupos criminales
La comisión de Francisco:
cinco expertos deberán informarle sobre las actividades del IOR; además, designó a monseñor Battista Mario Salvatore Ricca, hombre de su confianza, como nuevo "prelado" de la institución
CAMBIOS EN UNA ORDEN RELIGIOSA
Francisco parece dispuesto a aprobar el proceso de reforma de la orden religiosa de los Legionarios de Cristo. En una carta hecha pública ayer, el Papa confirmó que la orden convocará a una asamblea general a principios de 2014 para elegir a un nuevo liderazgo y aprobar "las nuevas constituciones".