El gobernador de Tucumán, José Alperovich, y la senadora nacional Beatriz Rojkés defendieron a su hijo Gabriel, señalado por una denuncia en la Justicia como uno de los responsables del asesinato de Paulina Lebbos, el 26 de febrero de 2006.
El mandatario, en una conferencia de prensa en la Casa de Gobierno, dijo que la denuncia apareció ahora por razones políticas. "Después de siete años y cuatro meses, antes de una campaña política, se involucra a mi hijo", replicó Alperovich.
Frente a la Casa de Gobierno, en tanto, se realizó anoche una marcha para exigir el esclarecimiento de la muerte de la joven tucumana. "Mi hija descansa en paz porque sabe que hay gente que está luchando por ella", dijo su padre, Alberto Lebbos, rodeado de unos 300 vecinos y familiares de víctimas de otros casos que quedaron impunes.
"Desde un primer momento pedí que se esclareciera el tema, pongo las manos en el fuego por mi hijo, es totalmente inocente. Ayer [por anteayer] se hizo presente ante la Justicia para ponerse a disposición. Les quiero decir a los tucumanos que se han pasado todos los límites, han usado a Paulina para hacer política", advirtió el mandatario.
Lebbos había señalado que la denuncia la realizó en estos días porque el fiscal anterior, Carlos Albaca, no le daba garantías. Albaca tuvo a cargo la investigación hasta principios de junio. Dejó el caso tras un categórico informe de un enviado del Ministerio de Justicia de la Nación. Ahora la causa la lleva adelante Diego López Ávila, quien ordenó una serie de medidas para avanzar en una de las hipótesis del caso, que apunta a los hijos del poder. A partir del cambio de fiscal, aparecieron testigos que aportaron datos en el expediente.
La demanda causó profundo malestar en la Casa de Gobierno local. "La pregunta que uno debe hacerse, como padre, como gobernador, es hasta dónde se puede aguantar todo este tipo de cosas. Y, la verdad, no tiene sentido. Lebbos está usando a su propia hija cuando tenemos que poner toda la energía en conseguir el culpable. La usa por razones políticas, está junto con la oposición", dijo Alperovich.
Su esposa, la presidenta provisional del Senado de la Nación, Beatriz Rojkés, también se refirió al caso. "Han querido hacernos daño y lo han logrado: a las infamias vamos a responder con más trabajo", advirtió.
"¿Cuál es el límite? El límite es ensuciar a un jovencito que, además, tiene hijos que van a la escuela. Que tiene padres, esposa, suegros. Han querido hacernos daño y lo han logrado. Ayer la veía a mi mamá llorar, les han hecho daño a mis hijos", dijo. La senadora cuestionó al Poder Judicial. "Si esta Justicia no da justicia, buscaremos en otros lados", señaló Rojkés.
En tanto, ayer declaró y quedó detenido Luis "El Gordo" Olivera, que trabaja en un club de El Cadillal donde, según Lebbos, podrían haber ocultado el cadáver de su hija antes de tirarlo a un costado de la ruta, camino a Raco. Los investigadores también allanaron la sede del club al cual hizo referencia Lebbos.
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Fuente: La Nación