El padre de la adolescente aportó el video de un testigo; silencio del gobernador.
Por primera vez en siete años, Alberto Lebbos responsabilizó por la muerte de su hija Paulina a un hijo del gobernador José Alperovich y a un hijo de Alberto Kaleñuk, secretario privado del mandatario kirchnerista.
Lebbos se presentó ayer con su abogado Emilio Mrad en la Fiscalía IV, a cargo de Diego López Ávila, para aportar pruebas y testimonios que apuntalan la hipótesis de "los hijos del poder". En tanto, Gabriel Alperovich, uno de los hijos del gobernador, se presentó a la tarde ante el fiscal para ponerse a su disposición.
Una de las pruebas aportadas por Lebbos es un video de una persona que revela quiénes estuvieron la noche del 26 de febrero de 2006, cuando se vio por última vez a la joven estudiante de Ciencias de la Comunicación. El cuerpo apareció días después, en un descampado a la vera de la ruta que conduce hacia la zona de Raco.
Lebbos conocía de los rumores que vinculaban a "los hijos del poder" con el asesinato de su hija. "Recién me presento en los tribunales por dos motivos: porque no confiaba en el anterior fiscal, Carlos Albaca, y porque entre los testimonios recogidos, el video y una investigación privada, podemos llegar a tener algún grado de certeza sobre esta hipótesis", dijo Lebbos.
Al cierre de esta edición, el fiscal ordenó la detención de un encargado de un club ubicado en la zona de El Cadillal, a pocos kilómetros donde apareció el cuerpo de Paulina.
Lebbos, en principio, sospechaba de César Soto, ex pareja de Paulina. Es que Virginia Mercado, una joven salteña que estuvo gran parte de la noche con la joven asesinada, había indicado que Paulina se dirigía a la casa de Soto, padre de su hija.
Ayer, la noticia y la propagación a través de las redes sociales tensaron el clima en la Casa de Gobierno. Hasta anoche, Alperovich no se pronunció sobre el tema. El abogado del gobernador, José Agustín Ferrari, representará a Gabriel Alperovich.
La causa judicial pasó por tres fiscales en estos siete años. Alejandro Noguera fue apartado luego de ir a la casa particular del gobernador José Alperovich. El diario local La Gaceta le sacó una foto y eso bastó para que quedara fuera del caso. Al poco tiempo fue ascendido a fiscal de Cámara. A partir de ese momento la causa pasó a manos de Carlos Albaca, quien tiene, además, otra causa sensible al poder: el polémico cierre del Banco Noar cuando era administrado por Alperovich. A principios de este mes, Albaca renunció al caso por las críticas de Lebbos. Y a partir de entonces la investigación quedó en manos de López Ávila, que pidió de inmediato la ayuda de eventuales testigos. Así fue que se presentó un hombre que pidió protección. "Ávila me da confianza y seguridad. A partir de esto seguramente los 40 esclavos que tiene Alperovich en la Legislatura van a querer iniciar algún proceso de juicio político. Le pido a la gente de Tucumán y del país que cuidemos al fiscal", pidió Lebbos.
La causa volvió a tomar impulso luego de que el Ministerio de Justicia de la Nación enviara a un delegado a que emitiera un informe sobre el avance del caso. Así se supo que Albaca seguía ocho líneas de investigación, de las cuales dos apuntaban "a los hijos del poder". Sin embargo, en el informe de Bernardo Lobo Bugeau quedó constancia de que Albaca no ahondó en ninguna hipótesis.
En su presentación de ayer, Lebbos pidió que se investigue al anterior fiscal por encubrimiento, junto con ex funcionarios del Ministerio de Seguridad y ex policías.
Siete años de prolongado misterio
Alberto Lebbos
Padre de la víctima
Su hija Paulina desapareció el 26 de febrero de 2006 y su cadáver apareció días después en una ruta
Con nuevas pruebas, como un video y un testigo secreto, el padre de la joven acusó a un hijo del gobernador Alperovich y a un hijo de su secretario