El Estimador Mensual Industrial acusó en el tercer mes del año una contracción de 1,6% en comparación con el registro de un año atrás. Desde que comenzó el receso acumula una baja de 6,6 por ciento.
La recesión fabril no da señales de reversión en el corto plazo, porque a la pérdida de vitalidad de las exportaciones a Brasil, principalmente, se agrega un mercado interno afectado por lapérdida de capacidad de compra de los salarios y demora en la celebración de acuerdos de aumentos en paritarias entre trabajadores y empresarios.
El Estimador Mensual Industrial del Indec, contrariamente a lo que sucede con el Estimador Mensual de Actividad Económica (PBI), volvió a dar cuenta de mayor contracción que la calculada por algunas consultoras privadas, que midieron una retracción de 1,4%, aunque más atenuada que el cálculo de FIEL; y también mayor extensión, ya que se aproxima a los dos años de receso.
La estadística oficial mostró un primer trimestre con un índice de actividad industrial inferior en 2% al nivel de igual tramo del año anterior, luego de agregar en marzo una nueva caída de 0,6% respecto de febrero.
Severo impacto negativo sobre el empleo
Y las expectativas de los industriales que relevó el Indec para el segundo trimestre en comparación con los registros de un año antes no abrigan esperanzas de alcanzar un punto de giro, porque en todos los casos, sea producción, consumo, exportaciones o mercado de trabajo, el saldo de respuestas entre los que presupuestan recuperación y continuidad de la recesión fue otra vez negativo.
Si bien frente a la proximidad de cambio de Gobierno y con ello de política económica los industriales se muestran muy cautelosos a la hora de achicar la nómina de personal, lo cierto es que frente a un modesto 1,2% de los consultados que planificó aumento se contrapuso otro 3,5% que prevé recorte.
Más amplia resultó la brecha negativa entre los que planificaron elevar las horas obrero trabajadas, que comprendió a 7,1% de los consultados, en comparación con 15,1% que indicaron que las recortarán.
Respecto de las expectativas de la demanda doméstica el resultado de respuesta negativo fue de 1,1% de los casos, se amplió a 2% en el caso de las exportaciones y a 3,1% en lo referente a la importación de insumos.
De este modo, el uso de la capacidad instalada que se limitó a 67,1% del potencial –esto es, se operó en marzo con una subutilización de las plantas de casi un tercio promete intensificarse en el segundo trimestre, con el consecuente impacto negativo sobre el costo de producción por unidad de producto.