Mientras la escasez de trigo sigue manteniendo por las nubes el precio interno del cereal, los pedidos de importación del grano comenzaron a hacerse públicos. El temor es que los molinos no puedan disponer de trigo suficiente para elaborar harina hasta mediados de noviembre, cuando ingresará al mercado la próxima cosecha que recién ahora se está sembrando.

Uno de los primeros pedidos formales para traer trigo del exterior fue realizado al Congreso de la Nación por el diputado por Córdoba Jorge Valinotto. El legislador del Frente Cívico solicitó autorizar, con la mayor brevedad posible, la importación de trigo a los molinos harineros nacionales hasta el 30 de noviembre próximo. Para abaratar su ingreso desde el hemisferio norte, el pedido contempla el otorgamiento de un subsidio igual al valor de la retención que pagó la exportación por el envío del grano durante la campaña actual, sumado a los gastos de logística y flete del grano.

“Todo indica que no hay trigo suficiente para hacer frente a la demanda en los próximos meses”, advirtió Valinotto. A su juicio, existe una gran posibilidad de que entre septiembre y noviembre se agote totalmente el trigo existente en el país y, por lo tanto, falte harina, con un impacto negativo en la producción de pan y pastas.

“Ese panorama sólo podría resolverlo el Gobierno nacional con una rápida acción, a través de la importación de trigo desde el hemisferio norte, que es donde se está cosechando en este momento”, admitió el diputado cordobés.

Desde los sectores de la producción, responsabilizan al Gobierno nacional por la situación generada en el comercio del trigo. Sostienen que la intervención oficial que pesa sobre el mercado del cereal desde hace seis años provocó un desincentivo para la siembra y su producción.

Sin rastros. En la industria molinera son más cautos con la posibilidad de importación. Aún no hubo ningún pedido formal al Gobierno, los empresarios manifiestan las dificultades para conseguir trigo de calidad. En principio, el poco cereal panificable existente se encontraría en el sudeste de la provincia de Buenos Aires, una ubicación que encarece aún más su valor debido al flete.

En los primeros cuatro meses del año, la molienda de trigo en el país cayó 10 por ciento y el nivel de las exportaciones de harina cayó 34 por ciento. Preocupado por lo ajustado de las existencias de trigo, el Gobierno nacional cerró en los últimos meses los envíos de harina al exterior.

La exportación de trigo, por su parte, hace tiempo que está retirada del mercado. Luego de haber comprado 4,8 millones de toneladas y embarcado alrededor de tres millones, los exportadores habían declarado a fines de mayo tener en su poder sólo 360 mil toneladas.

Los operadores estimaban que ya habían vendido a la molinería cerca de 1,5 millón del saldo que tenía para colocar en el exterior.

Precio récord. Más allá de que se concrete la importación del cereal, que sería inédita para el país, la realidad doméstica muestra un déficit en la oferta disponible del cereal. Esta semana, su valor superó los 2.600 pesos la tonelada, casi mil pesos más que la cotización de la soja, lo que lo convierte en un valor récord.

El poco trigo que se consigue y la necesidad de la industria molinera hicieron que desde comienzos de mayo su precio subiera 1.200 pesos la tonelada. El mayor precio que pagan los molinos por el cereal se ha trasladado a la harina, cuyo precio para la bolsa de 50 kilos ya ronda los 275 pesos.

Desde que el trigo comenzó su espiral ascendente, el valor de su derivado creció casi 100 por ciento.

En un intento por incentivar la siembra de trigo en el país, y corregir en parte las distorsiones provocadas por su intervención, el Gobierno anunció que devolverá a los productores lo recaudado en concepto de retenciones por todo el trigo de la próxima campaña que se vaya al exterior.

Más allá del estímulo, el área sembrada no crecerá demasiado. Los relevamientos privados proyectan que el área triguera no superará los cuatro millones de hectáreas, aunque sí será mayor a la de la campaña pasada, cuando se implantaron 3,6 millones.

2.600 pesos la tonelada de trigo en el mercado interno. Es el valor que los molinos pagaron esta semana por el trigo disponible en el mercado de Buenos Aires.


Fuente: lavoz.com.ar