La presidenta Cristina Kirchner subió ayer un nuevo escalón en su enfrentamiento con el Poder Judicial y pronunció el discurso más duro y confrontativo contra la Corte Suprema que se le recuerde. Respondió así al fallo del máximo tribunal.
"No sea cosa que venga una cautelar y nos impida votar legisladores o presidentes", dijo, con el mismo tono crispado que había utilizado anteayer en Córdoba.
En la misma línea, agregó que "apareció un derecho a veto" del Poder Judicial y advirtió: "Todavía nos falta conquistar más libertades y nos quedan cosas por lograr".
Pronosticó además que "más temprano que tarde" se votarán los consejeros de la Magistratura y , con tono irónico, remató: "En el 2015 quiero ser jueza: ya saben. .. Cristina jueza 2015". Trazó una línea divisoria para convertir a los magistrados en sus adversarios y eje de campaña para las elecciones.
Tras el discurso, el kirchnerismo insistió en su ofensiva por un c ambio constitucional. El senador Marcelo Fuentes señaló que "hay un debate necesario sobre la reforma de la Constitución y no solamente por la reelección". La diputada Diana Conti dramatizó el argumento: "Hay países latinoamericanos en que por fallos de la Corte Suprema sacaron un presidente; hay que estar preparado para resistirlo".
Sin embargo, en el Gobierno negaron que la Presidenta estudie una reforma de la Constitución o un cambio en el número de miembros de la Corte Suprema.
Luego de cantar y bailar, bajo un frío sol, al son de una versión del himno nacional con ritmo de salsa y candombe de la Fanfarria Alto Perú y el grupo Choque Urbano, Cristina Kirchner desplegó al pie del Monumento a la Bandera, y a lo largo de 42 minutos, feroces críticas.
Culpó a la Justicia por la inseguridad y por el narcotráfico, y pareció pedir el voto de los santafecinos al asegurar que el Monumento a la Bandera "está ocultado por edificios maravillosos que se han levantado producto de un maravilloso modelo económico nacional".
Recomendó así a quienes "han hecho grandes fortunas" que se suban a un helicóptero, como ella, para apreciar esos avances edilicios porque "desde el helicóptero no se puede ver el Monumento". Pero rápido acotó: "No he venido a hacer campaña".
La secundaba casi todo su gabinete; el vicegobernador de Santa Fe, Jorge Henn; la intendenta de Rosario, Mónica Fein; el vicepresidente Amado Boudou, y el ex gobernador santafecino Jorge Obeid, que encabezará la lista de candidatos a diputados del kirchnerismo por Santa Fe en octubre.
"Ha aparecido un derecho de veto que hoy ya se ha trasladado al Poder Judicial, que veta las leyes que hacen legisladores, presidentes", vapuleó a la Corte.
"La verdad que en 2015 yo quiero ser jueza. ¿Para qué presidenta o la reelección? No de la Corte. Apenas de primera instancia, de un juzgado correccional. Para tener una lapicera, una cautelar y firmar. ¡Y qué me importa lo que vota la gente, los diputados, el presidente! Así que ya saben: Cristina jueza 2015."
Sarcástica y fuera de protocolo institucional, la mandataria agregó: "Hay que encontrar algún gil que sea presidente, que junte la guita que te pague los sueldos, para que te haga los edificios, que mantenga al pueblo. Podés viajar, nadie te critica ni te conoce".
"Si sos juez, no pagás Ganancias, no presentás declaraciones juradas y las ventajas son innumerables", exclamó al borde de la furia. Sin embargo, aclaró que lo tomaba "con humor y con alegría". "Todos los que estén pensando en ser legisladores, gobernadores o intendentes, que replanteen sus ambiciones", recomendó.
"Es tan maravillosa la voluntad popular. Me cuesta creer que en este siglo XXI se les esté impidiendo a los argentinos votar, pero más temprano que tarde vamos a lograrlo", dijo en relación con el fallido voto popular para los consejeros.
"¡Qué oportunidad han perdido de encabezar un proceso de cambio que empezó [Néstor] Kirchner en 2003", se lamentó en relación con los jueces de la Corte.
Dejó en claro entonces que los miembros del máximo tribunal fueron los destinatarios principales de su enojo, ya que los responsabiliza de paralizar las reformas centrales que incluía el paquete de "democratización" judicial.
"Parte de los problemas terribles de seguridad que tenemos, desde el narcotráfico, desde la violencia, desde la trata, también tiene que ver con la Justicia", culpó con un tono casi de campaña.
"No hay buena seguridad sin buena Justicia, y nadie mejor que ustedes en Rosario para saberlo", dijo Cristina en la provincia gobernada por los socialistas, a los que el diputado Andrés "Cuervo" Larroque acusó de "narcosocialistas".
"Es la vida de nuestros pibes, nuestros hijos, que no haya alguien vendiéndoles cualquier porquería", vociferó. "Y que los que saben que venden cualquier porquería no hagan nada o tengan complicidades. ¿O qué se creen, que soy estúpida, que no me doy cuenta?", desafió. "Y esto atraviesa a todos: fuerzas de seguridad, Justicia", acusó.
El tono furioso fue aún más elevado que el que había utilizado el día anterior en Córdoba, en donde había expresado su primera reacción tras el duro fallo de la Corte.
Al exaltar a Belgrano, creador de la Bandera, la Presidenta dijo que "era un político incorrecto afortunadamente, cuando desobedeció órdenes y presentó batalla en Salta y Tucumán". Y aseveró que, sin ello, José de San Martín "no hubiese podido cruzar los Andes".
Entonces propuso un juego histórico: "Si Manuel Belgrano viviera, ¿con quién creerían que estuviera y apoyaría? Ese hombre que hablaba del comercio, de los pueblos originarios... Hay que hacer esa pregunta; si te la hacés, no te equivocás", planteó y deslizó que sería kirchnerista.
Si bien aclaró que "la historia nunca se repite", pareció compararlo con el relato oficial actual: "Era necesario construir un modelo nacional; Belgrano, que tantas veces fue atacado, hoy es un héroe, pero algunos lo tachaban de loco". "Mi compromiso es con Belgrano, Moreno, San Martín, Rosas, Yrigoyen, Perón, Eva, los más de treinta mil desaparecidos", enumeró.
"La carga es pesada y difícil, y me la van a querer hacer más difícil, porque cuando uno toca determinadas corporaciones, enseguida viene el vuelto. No importa si mi rol en la historia es haber abierto el debate por una Justicia democrática. Estoy dispuesta a aguantar todo lo que venga", aseguró. Ése será el discurso de campaña.
Una vez en vuelo de regreso a bordo del helicóptero, por la red Twitter, la Presidenta observó las villas de emergencia de Rosario, que contrastan con aquellos edificios, y agregó: "También vi lo que falta hacer. El Gran Rosario, con sus barriadas pobres, sus villas... Bueno, por eso decimos que vamos por más".
UN DISCURSO DURO Y CARGADO DE IRONÍAS
La Presidenta le apuntó al Poder Judicial
"El Poder Judicial veta las leyes que hacen un presidente y los legisladores. Yo en 2015 quiero ser jueza. No de la Corte. Apenas de primera instancia. Para que pueda tener un papel, firmar y qué me importa lo que vota la gente, si voy y tumbo todo.«Cristina jueza 2015»"
"Piénsenlo bien: si sos juez, no pagás Impuesto a las Ganancias, nadie te conoce. Las ventajas son innumerables"
"Si Manuel Belgrano viviera en esta época, ¿con quién creerían que estaría y a quién apoyaría?"
"[El Monumento] está ocultado por una infinidad de maravillosos edificios que se levantaron producto de un maravilloso modelo económico nacional".