El mercado de granos sigue presionado a nivel internacional, pero la demanda activa les puso un piso a los precios de los granos, y ese nivel no estaría muy lejos de los actuales.
El mercado de granos sigue presionado a nivel internacional por la gran disponibilidad de maíz en EE.UU. y la entrada de una cosecha récord de soja sudamericana, que está presionando los precios a la baja. El trigo, en tanto, está también presionado por elevados stocks internacionales y a su vez un dólar que al revaluarse dejó caro a EE.UU. frente a losvendedores norteamericanos.
La semana pasada hubo un recordatorio de esto con el informe mensual del USDA(Departamento de Agricultura de EE.UU.), que incrementó la proyección de stocks finales de maíz en 46,4 millones de toneladas subiendo 1,3 millón respecto del informe anterior. Sin embargo, este dato había sido anticipado por el reporte de existencias al 1 de marzo, donde se dio cuenta de existencias también por encima de lo esperado. Es más, el mercado anticipaba que los stocks podían subir incluso a 45,5 millones, con lo que el dato no fue tan sorpresivo.
Por el lado de la soja, las existencias finales esperadas se redujeron en 420.000 toneladas a 10,1 millones. Esta variación no resulta tan significativa, y de hecho estuvo dentro de lo esperado. Sin embargo, el mismo día se difundió también el reporte semanal de exportaciones, donde mostró cancelaciones de 170.000 toneladas de soja. Esto puso de manifiesto la competencia de Sudamérica, que está llevando a pasar negocios desde EE.UU. hasta nuestras latitudes; esto es habitual en esta época del año.
UNA FIRME DEMANDA INTERNACIONAL
De todas formas, es importante destacar que la demanda internacional firme está absorbiendo esa gran disponibilidad de granos. El problema es que la expansión de oferta por segundo año consecutivo con rindes muy por encima de lo normal tanto en EE.UU. como en Sudamérica hacen que puntualmente haya un exceso por este lado, que termina elevando los stocks.
La demanda activa les puso un piso a los precios de los granos, y ese nivel no estaría muy lejos de los actuales. Sin embargo, con la cosecha de la Argentina llegando, se podrían ver en el mercado local bajas adicionales. No obstante, si se observan las cotizaciones para noviembre, que tiene un plus de entre u$s 15 y u$s 20 por tonelada respecto del valor del disponible, se entiende que se trata de presión de cosecha, que de junio en adelante se restringirá claramente.
De hecho, la posibilidad de una reversión de la tendencia negativa está puesta en el mediano plazo, de junio en adelante, por el lado internacional porque se estará atento al mercado climático norteamericano, y por el otro, porque lo que el productor pueda retener hasta ese mes no será vendido a precios bajos. Si por la necesidad financiera un productor tiene que vender ahora a u$s 210 la tonelada, y necesitaría u$s 240 la tonelada para que sus números cierren, no debería vender el remanente a menos de u$s 270 la tonelada para promediar el objetivo de venta. Esto suponiendo que venda la mitad a precios bajos y la otra mitad más arriba. Si la venta es más del 50% a precios bajos, se necesitarán precios más altos para vender.
Además, cuando se ven los bajos precios de soja que se pagan al momento, se entiende que están de acuerdo con el precio teórico de la exportación; sin embargo, respecto del de la industria podría mejorar unos u$s 20 la tonelada. Es lógico que en esta época del año la industriano ponga arriba de la mesa ese diferencial, pero más adelante lo deberá poner.
En el mientras tanto, los precios de trigo y maíz mejoraron un poco esta semana, aunque siguen muy bajos. En el caso de trigo, se debió a que algunos exportadores recibieron ROE Verde y salieron a comprar, aunque se sigue muy por debajo de la paridad internacional. Se habla de $ 1.100 pagados contra un valor de mercado en $ 1.360 la tonelada. En el caso del maíz no se dieron nuevos ROE Verde, pero, sin embargo, algunos compradores se mostraron un poco más activos.