Nada de embajadores gays en el Vaticano? La Santa Sede no hace comentarios sobre su negativa a otorgar el plácet a Laurent Stefanini como legado de Francia. Pero el "período de silencio" de cuatro meses después de su nominación tiene valor de declaración.
La cancillería francesa parece haberse rendido a la evidencia: el embajador escogido el 5 de enero por el presidente François Hollande para representar a Francia ante el Vaticano no recibirá el acuerdo del papa Francisco.
"La Santa Sede ha entrado en «período de silencio» y es evidente que nuestro país debe hacer una nueva propuesta", reconoció una fuente diplomática.
Los nombres de otros tres candidatos ya circulan por los pasillos gubernamentales: Emmanuelle D'Achon, directora de Recursos Humanos de la cancillería, ex representante en Irlanda; Bernard Besancenot, embajador en Arabia Saudita, y René Roudat, actualmente en Berna, Suiza. Ambos casados y con hijos.
Stefanini, el jefe de protocolo del Palacio del Elíseo con Hollande y con su antecesor, Nicolas Sarkozy, se habría resignado al veto y estaría esperando otro destino europeo.
"Más al Norte", indicó la misma fuente.
No obstante, ese diplomático experimentado de 55 años parecía reunir todos los requisitos para el puesto: católico practicante, "adepto de las virtudes cristianas de templanza y caridad", soltero y sin hijos, Stefanini se desempeñó como segundo de la embajada de Francia ante la Santa Sede entre 2001 y 2005. De regreso a París, ese egresado de la prestigiosa Escuela Nacional de Administración (ENA) ocupó el puesto de consejero para cuestiones religiosas de la cancillería.
Nombrándolo, el gobierno francés parece no haber contado con esas "almas caritativas" que, tanto en París como en Roma, hicieron todo lo posible para que su orientación sexual se transformara en handicap y se movilizaron para bloquear su nominación.
OPOSICIÓN
Ludovine de la Rochère, presidenta del movimiento Manif pour Tous desde 2013 y portaestandarte de los opositores al Matrimonio para Todos, activó todas sus redes para impedir ese nombramiento.
"En febrero informó al nuncio en Francia sobre la oposición de su movimiento", anotó ayer la publicación Journal du Dimanche (JDD).
En respuesta, comenzó entonces una intensa campaña en su favor, apoyada por prelados franceses. El 11 de febrero, durante el último consistorio, el arzobispo de París, cardenal André Ving-Trois, entregó una carta al Papa llamando su atención sobre las eventuales consecuencias que tendría rehusarle el plácet a Stefanini por su orientación sexual. También intercedió en su favor el cardenal Jean-Louis Turan, camarlengo de la Iglesia. Pero todo fue en vano.
Para el gobierno francés, la cuestión es realmente embarazosa.
"Hollande, promotor del Matrimonio para Todos, se siente tentado a resistir. Pero al mismo tiempo espera el apoyo de Francisco para la Cumbre sobre el Clima que organiza en París a fin de año", señala uno de sus colaboradores.
En otras palabras, el presidente francés no tiene ninguna intención de partir en guerra contra el Vaticano, pues las buenas relaciones diplomáticas entre Francia -la hija mayor de la Iglesia- y la Santa Sede son antiguas y preciosas.
Ésta no es, sin embargo, la primera vez que un papa se niega a otorgar el plácet a un embajador designado por Francia.
Entre 2007 y 2008, el palacio Bonaparte -sede diplomática de Francia ante el Vaticano- permaneció vacío, pues Benedicto XVI se había negado a recibir a Loup Kuhn-Delforge -actual embajador en Grecia-, también homosexual y unido a su compañero mediante el llamado Pacto Civil de Solidaridad (PAC), primera forma de unión no matrimonial reconocida por Francia. "En todo caso, esta vez también la decisión fue tomada por el Papa en persona", afirmaron fuentes del Quai d'Orsay (cancillería francesa).
Ayer, especialistas y medios de comunicación señalaban la ironía del caso, después de que el mismo Francisco suscitó tantas esperanzas entre los católicos progresistas en 2013 al afirmar: "Si una persona es gay y busca al Señor con buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?".
MARINE SE HARTÓ DE SU PADRE Y PIDE QUE LO ECHEN
Mientras mantiene intactas sus chances presidenciales y en una movida para sumar adeptos, Marine Le Pen inició un procedimiento disciplinario contra su padre, Jean-Marie Le Pen, que será instrumentado por los órganos del partido de derecha Frente Nacional de Francia.
El veterano líder de la derecha francesa debe "demostrar sabiduría, acopiar las consecuencias del malestar que causaron sus declaraciones y poner fin a su responsabilidad política", afirmó ayer su hija Marine, en referencia a la defensa que hizo su padre del mariscal Philippe Pétain, artífice de la colaboración de Francia con la Alemania nazi.