Lo afirmó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en el acto central por el Día de la Bandera. Y agregó: "Me cuesta creer que en el siglo XXI se esté impidiendo a los argentinos votar".
Cristina ratificó su compromiso para “democratizar a los tres poderes del Estado, no para este Gobierno ni para el que viene, sino para la historia”, afirmó que su rol "es haber abierto el debate por una Justicia democrática, legítima y mejor", y remarcó que está "dispuesta a aguantar todo lo que se venga encima".
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Al encabezar el acto oficial por el Día de la Bandera en la ciudad de Rosario, Cristina llamó a lograr un Poder Judicial "que dé verdadera seguridad porque no hay buena seguridad sin buena justicia".
“Quiero decirles a los 40 millones de argentinos que la carga es pesada y difícil, y sé también que me la van a hacer todavía más difícil, porque cuando uno toca determinadas corporaciones, determinados poderes, enseguida viene el vuelto”, señaló.
Además, citando un artículo periodístico del diario Rosario/12, Cristina opinó que “ha aparecido en la República, contrariando a todo el sistema constitucional, un derecho de veto que solamente la Constitución le reconoce al Poder Ejecutivo y que hoy se ha trasladado al Poder Judicial, que veta las leyes que hacen legisladores”.
En ese sentido, ironizó: “En el 2015 yo quiero ser jueza, la verdad es esa, ¿para qué Presidenta? Pero no (jueza) de la Corte, apenas una jueza de primera instancia, para poder tener una lapicera, un papel, una cautelar y firmar, y qué me importa lo que vota la gente y lo que votan los senadores y diputados, si total tumbo todo”.
“Además, siendo juez no hacés declaraciones juradas, no pagás el Impuesto a las Ganancias, no explicás cómo vivís. Las ventajas son innumerables. A todos los que quieran ser candidatos a algo les recomiendo que replanteen sus ambiciones por algo más cómodo, porque además nadie te critica. Tenés que encontrar solamente un gil que sea Presidente para que junte la guita para pagarte los sueldos y que no pase lo que pasó en 2001”, agregó.
En ese sentido, enfatizó: “No importa que la carga sea pesada, si mi rol en la historia es haber abierto el debate por una justicia democrática, legítima y mejor, estoy dispuesta a aguantar todo lo que se me venga encima. No tengo miedo, ni temores, mi compromiso es con la historia y fundamentalmente con la memoria de los que dieron su vida por una patria mejor”.
Con respecto al Día de la Bandera, Cristina recordó a su creador, Manuel Belgrano, y relató que el patriota “fue a veces ignorado en aquellos tiempos, lo tachaban de loco; y él, que era un político que se hizo militar, era incorrecto y afortunadamente decidió desobedecer las órdenes del establishment de esa época y presentar batalla en Salta y Tucumán”.
“Si Belgrano viviera, si estuviera aquí con nosotros, ¿con quién creen que estaría Belgrano, a quién apoyaría ese hombre de la industria nacional, del comercio, de los pueblos originarios? Hay que hacerse esa pregunta, y les puedo asegurar que no te equivocás”, aseveró.
La Presidenta estuvo acompañada por miembros de su gabinete y por la intendenta rosarina, Mónica Fein, y encabezó el acto central que comenzó pasado el mediodía y que tuvo lugar en el Monumento a la Bandera al cumplirse 193 años de la muerte del general Belgrano.
De acuerdo a lo previsto, tras la entonación del Himno Nacional se realizó una invocación religiosa a cargo del arzobispo de Rosario, monseñor José Luis Mollaghan, y tras los discursos de Fein y la Presidenta se llevó a cabo un desfile cívico con la participación de agrupaciones gauchas.