Un descanso adecuado es vital para poder ejercitar el cuerpo. No sólo mejora el rendimiento y el humor sino que previene lesiones.
Todos necesitamos dormir entre 7 y 8 horas diarias, según recomiendan los médicos. Es vital para poder recuperarnos del desgaste diario. El descanso reparador tiene múltiples beneficios para nuestro cuerpo: protege el sistema cardiovascular, contribuye a regular el hambre, nos ayuda a mantener un peso saludable y mejora el aspecto de la piel. Además de todo eso, es esencial para tener un buen rendimiento físico. Por eso, antes de pensar en entrenar los músculos, hay que aprender a “entrenar” el sueño. Acá, algunos tips para espantar el insomnio.
1. Cuidate de los excesos. El alcohol, el cigarrillo y las bebidas estimulantes pueden alterar el sueño y, por ende, disminuir tu capacidad física.
2. Nutrite del aire libre y el sol. Es recomendable que entrenes durante el día y con luz solar. Siempre es mejor que lo hagas antes de las 8 o 9 de la noche para respetar el ritmo natural del cuerpo. Es que una vez que cae el sol, se desata un mecanismo interno que hace que se segregue melatonina, una hormona que disminuye la temperatura corporal, te hace bajar los decibeles y es responsable del sueño. Si, ejercitás, este sistema se alterará y podrías tener dificultad para descansar.
3. No te exijas de más. Escuchá tu cuerpo y respetá lo que te pide. Si nunca realizaste actividad física, lo mejor es que comiences de a poco y que vayas, gradualmente, subiendo la intensidad. Si te ejercitás de manera muy intensa lo más probable es que te estreses y que te lesiones.
4. Establecé rutinas. Esto no sólo ayuda a que mejores tu rendimiento, sino que también te sirve para equilibrar tu reloj biológico. Lo ideal es que tengas un esquema fijo de entrenamiento que puede ser, por ejemplo, de dos o tres veces por semana a la mañana, antes de arrancar tu jornada laboral. Esto te ayudará a tener constancia, el cuerpo estará mejor preparado y, además, favorecerá el descanso nocturno.
5. No comas ni tomes en exceso. Como siempre recuerdan los médicos, hay que evitar las cenas muy pesadas antes de irse a dormir. Lo conveniente es consumir una comida liviana y no tomar líquidos una hora antes de ir a la cama. Es que beber en demasía acorta el tiempo de sueño.
6. Apagá la tablet. La luz que emiten los dispositivos electrónicos, en especial la que es azul, como sucede con los celulares y la tablet hace que se inhiba la melatonina y esto causa insomnio.
7. Paz para tu mente. Un rato antes de irte a dormir tenés que lograr tranquilizar tu cuerpo y cabeza. Por eso, es mejor que evites discutir, resolver problemas o mantener una acalorada charla telefónica. Lo recomendable es optar por una lectura placentera o incluso hacer ejercicios de relajación antes de ir a la cama.
8. Una cama adecuada. Es importante que elijas un colchón que cuide tu columna. En la actualidad hay muchos que son ergonómicos. Ayudan a evitar contracturas, y son aliados para quienes, al día siguiente, quieren levantarse listos para realizar deportes.
9. Un buen refugio para el descanso. Apagá las luces y aislá tu cuarto de ruidos externos. Esto es vital para poder conciliar el sueño. ¿Sabías que el 80% del tiempo del tiempo que dormimos lo hacemos en fases muy superficiales? Es por eso que es muy importante crear un ambiente propicio para el descanso.
10. Consultá con un especialista. Si a pesar de todo, tenés problemas de sueño, no dejes de contactar a un médico. El insominio puede propiciar la aparición de otras afecciones. (Clarín)