Ya sabíamos que la belleza ideal no existía pero hasta hace muy poco no había pruebas fehacientes de ello o, si las había, era en forma de pillado a lo paparazzi.
Te despiertas y desde la cama empiezas el día repasando tus redes sociales. Instagram te enseña en ese momento que Beyoncétambién tiene un 'Bad Hair Day'. Pelos enmarañados, cara de sueño y sin nada de maquillaje. Hace unos años esta foto se habría convertido en noticia pero hoy es algo aceptado y normal. Y es que a través de Instagram hemos visto que la piel de Megan Fox no es tan perfecta o que Cara Delenvigne, además de un buen par de cejas, tiene ojeras. Ya sabíamos que la belleza ideal no existía pero hasta hace muy poco no había pruebas fehacientes de ello o, si las había, era en forma de pillado a lo paparazzi.
De un tiempo a esta parte las celebrities decidieron compartir su lado más auténtico y menos photoshopeado. ¿La consecuencia? Miles de fans apoyando ese trocito de verdad. La aceptación de las diferencias, la diversidad y el hecho de que mujeres de todo tipo y condición se enseñen tal como son las hace cercanas, atractivas y, sobre todo, las diferencia. Mujeres tan reales y curvilíneas comoNadia Aboulhosn, la maquilladora Priscilla Ono o la espectacular modelo Tess Holliday mueven cientos de miles de fans en sus redes. Las grandes audiencias que siguen sus cuentas son una prueba de la aceptación de otro canon de belleza.
Fue la misma Holliday, Tess Munster para los amigos, quien empezó el año revolucionando a las masas. Ella alimentó el hashtag #EffYourBeautyStandards invitando a todas a compartir fotos querompieran los estándares clásicos de belleza. La iniciativa superó los 500.000 posts en Instagram, y sigue sumando.
El mundo de la moda parece receptivo a este cambio. En 2014, la modelo Myla Dalbesio protagonizó la campaña de CK Perfect Body. Sin embargo, lo que parecía un paso hacia delante en contra de la extrema delgadez tuvo efectos opuestos a los esperados. Dalbesio, al revés de lo que ocurre con otras modelos 'Plus Size', viste una talla normal, una 40-42. Teniendo en cuenta que la etiqueta media de la mujer americana es la 42, considerarla una Plus Size pareció excesivo. Otra modelo que está en contra de que se la considere una talla grande es Ashley Graham, la primera 'top' de peso en aparecer en la revista 'Sports Illustrated'.
despiertas y desde la cama empiezas el día repasando tus redes sociales. Instagram te enseña en ese momento que Beyoncétambién tiene un 'Bad Hair Day'. Pelos enmarañados, cara de sueño y sin nada de maquillaje. Hace unos años esta foto se habría convertido en noticia pero hoy es algo aceptado y normal. Y es que a través de Instagram hemos visto que la piel de Megan Fox no es tan perfecta o que Cara Delenvigne, además de un buen par de cejas, tiene ojeras. Ya sabíamos que la belleza ideal no existía pero hasta hace muy poco no había pruebas fehacientes de ello o, si las había, era en forma de pillado a lo paparazzi.
De un tiempo a esta parte las celebrities decidieron compartir su lado más auténtico y menos photoshopeado. ¿La consecuencia? Miles de fans apoyando ese trocito de verdad. La aceptación de las diferencias, la diversidad y el hecho de que mujeres de todo tipo y condición se enseñen tal como son las hace cercanas, atractivas y, sobre todo, las diferencia. Mujeres tan reales y curvilíneas comoNadia Aboulhosn, la maquilladora Priscilla Ono o la espectacular modelo Tess Holliday mueven cientos de miles de fans en sus redes. Las grandes audiencias que siguen sus cuentas son una prueba de la aceptación de otro canon de belleza.
Fue la misma Holliday, Tess Munster para los amigos, quien empezó el año revolucionando a las masas. Ella alimentó el hashtag #EffYourBeautyStandards invitando a todas a compartir fotos querompieran los estándares clásicos de belleza. La iniciativa superó los 500.000 posts en Instagram, y sigue sumando.
El mundo de la moda parece receptivo a este cambio. En 2014, la modelo Myla Dalbesio protagonizó la campaña de CK Perfect Body. Sin embargo, lo que parecía un paso hacia delante en contra de la extrema delgadez tuvo efectos opuestos a los esperados. Dalbesio, al revés de lo que ocurre con otras modelos 'Plus Size', viste una talla normal, una 40-42. Teniendo en cuenta que la etiqueta media de la mujer americana es la 42, considerarla una Plus Size pareció excesivo. Otra modelo que está en contra de que se la considere una talla grande es Ashley Graham, la primera 'top' de peso en aparecer en la revista 'Sports Illustrated'.