Fritz el Golden Retriever es una joya para su familia, pero no por ser un rastreador eficiente, sino por ser una fuente de diversión inagotable. El macho nació en 2012 y vive en California, Estados Unidos, junto a sus dueños y dos hermanas, pero él es el personaje de la casa.

Todo comenzó cuando uno de los dueños de Fritz quiso tirarle un pedazo de comida como señal de aprecio. Pero en vez de atrapar al vuelo su bocadillo, el perro terminó con todo en el cuello: salchichas, albóndigas, tacos mexicanos, lo que sea.

Después de varios meses de entrenamiento, Fritz está camino a convertirse en un perro más sabio, y en una estrella por las rarezas que sus dueños le dan de comer con la esperanza de que al menos un bocado llegue a su hocico.