Melisa Lara hace un par de años sufrió una profunda depresión que la llevó a querer cortar con el palpitar de su vida. Gracias a la ayuda de muchos seres que colaboraron en ese trance, hoy ella puede escribir estas líneas de profunda verdad, valentía y gratitud.
Historia contada
Un tiempo atrás, mas precisamente en Diciembre de 2009, de ese día no tengo recuerdos reales, sólo una acumulación de historias contadas por las personas cercanas ami. Me dijeron que estaba pasando un mal momento y tome una mala decisión de atentar en contra de mi vida, también me contaron que en ese momento, quise dar marcha atrás, salí en búsqueda de ayuda.
Me encontró un policía en la calle quien me llevó hasta el hospital, donde estuve en terapia intensiva durante un largo tiempo. Allí, médicos, enfermeras y todo el personal lucharon por mi vida.
Durante tres meses aproximadamente los informes médicos sólo decían que mi condición era "estable" y ésto continuaba a pesar de que lograron conseguir y trasladar la cantidad de antídoto que mi cuerpo necesitaba, después de un tiempo, varias diálisis y transfusiones de sangre, el pronóstico cambió y a pesar de que todo indicaba que yo despertara, era muy probable que sufra graves secuelas, como no poder hablar o incluso quedar cuadripléjica, ellos, mis médicos nunca bajaron los brazos y de a poco no fui necesitando de las máquinas que me mantenían viva; hasta que por fin desperté.
Me contaron que esas personas que nunca se rindieron, esas personas que lucharon día y noche por mi vida se abrazaron y dejaron caer unas cuantas lágrimas. Ya pasaron varios años desde aquella noche.
Muchas veces escuchamos quejas en los medios, por demoras en la atención, por no haber lugar o insumos, pero nunca escuche un GRACIAS.
Este mundo lamentablemente se toma demasiado tiempo en transmitir quejas y malas noticias, pero nadie agradeciendo. Tardé un largo tiempo en saber de qué forma poder hacer llegar mis palabras, aunque dicen que mejor tarde que nunca, ¿no?.
En fin, sólo quería hacerle llegar a cada una de las personas que se ocuparon de mí y que a pesar de que lamentablemente no recuerdo sus nombres, si recuerdo, todo lo que hicieron por mi, a esas personas, desde médicos, jefes de guardia, enfermeras, camilleros, personal de limpieza, etc a cada uno de ustedes les digo ¡GRACIAS!, gracias por cuidarme, gracias por sus ganas de devolverme la vida, gracias por pelear por mi y no darse nunca por vencidos.
Ojalá algún día pueda volver a ver las caras de esas personas, las que me cuidaron, la de aquel médico que me chocaba los cinco cuando pasaba por mi cuarto para saber cómo estaba. Gracias a aquellas personas que me peinaban y arreglaban antes de que entraran las visitas a verme; gracias por elegir esa profesión y, por sobre todas las cosas, gracias por ser personas más que profesionales, ojalá algún día tenga la suerte de darles ese abrazo que tengo reservado para ustedes desde hace mucho tiempo. Mientras tanto ésta es la forma que encontré para devolverles un poquito de todo lo que me dieron. Ésta es la forma para decirles GRACIAS cuerpo médico y humano del Nuevo Hospital San Antonio de Padua.