Convertido en influyente armador del Gobierno, Máximo Kirchner, el hijo de la Presidenta, citó en un encuentro furtivo a Marcelo Tinelli para limar las asperezas que había generado el frustrado proyecto del conductor televisivo en Fútbol para Todos, el programa estatal que se hace cargo de las transmisiones gratuitas de los partidos de primera división.

Después de las idas y venidas del año pasado, la relación entre Tinelli y el Gobierno parecía terminada. Incluso, hasta parecía irreconciliable, sobre todo con Máximo Kirchner y su tropa de colaboradores de La Cámpora. Sin embargo, el lunes pasado, en la quinta de Olivos, un cónclave secreto abrió un nuevo escenario de cara al futuro.

Hubo un acercamiento de las partes y la reunión fue en muy buenos términos, a partir de fuentes de ambas orillas. Ni al Gobierno ni a Tinelli los favorecería una disputa de poderes en pleno año electoral. A la Casa Rosada, por la popularidad del conductor y su llegada a la gente a través de su programa "Bailando por un sueño". Y a Tinelli, porque eventualmente necesitaría de la ayuda del Estado para llevar a cabo su proyecto de reestructurar el Fútbol para Todos y de renovación en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), donde aún mandan los laderos del fallecido Julio Humberto Grondona.

En el cara a cara entre Máximo Kirchner y Tinelli, uno de los temas de los que se habló fue el Fútbol para Todos y su continuidad luego de las elecciones de octubre.

Tinelli, de buenas relaciones con casi todos los potenciales presidenciables, tomó la voz del fútbol y de la AFA para buscar un principio de acuerdo con la única fuerza política con la que le restaba limar algunas asperezas.

El conductor televisivo, que además ocupa el cargo de secretario de prensa, comunicación y relaciones públicas de la AFA y es actual vicepresidente de San Lorenzo, dio señales de que la nueva era del Fútbol para Todos deberá incluir una estética distinta, sumar a la publicidad privada como fuente de financiamiento y buscar transformarse en un producto de exportación. "Un sistema mixto, con publicidad estatal y privada", contaron desde su entorno.




PROPAGANDA

Desde sus orígenes, el Fútbol para Todos se convirtió en una de las principales herramientas de propaganda política del Gobierno. En cinco años, destinó casi 5906 millones de pesos, cuyos fondos fueron otorgados casi exclusivamente por las arcas estatales. El único auspiciante privado fue un fabricante de camiones (Iveco). Apenas uno. Nada más.

A pesar del acercamiento con el kirchnerismo, desde el entorno de Tinelli aseguraron que no se postulará como presidente de la AFA ni se hará cargo del manejo de la televisación del fútbol doméstico.

Para la AFA, Tinelli apuesta por la renovación y está dispuesto a impulsar a un candidato, pero él no sería. Incluso, para avanzar en esta estrategia, ya se reunió con Hugo Moyano, el jefe de la CGT opositora y presidente del club Independiente.

Máximo Kirchner le habría sugerido a Tinelli posponer las elecciones en la AFA para 2016, lo que permitiría que las autoridades del fútbol conozcan el nuevo escenario político del país para elegir a la persona que regirá sus destinos por los próximos tres años.

Sobre las transmisiones, Tinelli explicó entre sus íntimos que por la cantidad de partidos que genera el fútbol argentino, y como formato complementario a la actual estructura, reflotaría el proyecto AFA TV, una señal que se incluiría en la grilla de la Televisión Digital Abierta (TDA).

Ayer, desde la Casa Rosada, no hubo información sobre el encuentro del hijo de Cristina Kirchner y el conductor televisivo. La única reacción fue de Aníbal Fernández, que no desmintió ni reconoció la reunión en Olivos. "Ni sueñen con Tinelli en el Fútbol para Todos", disparó el jefe de Gabinete.

El año pasado, Tinelli se había acercado al gobierno nacional con la intención de aportar ideas para el Fútbol para Todos. Fue durante la gestión de Jorge Capitanich como jefe de Gabinete. El chaqueño avanzó con las ideas y tuvo algunas reuniones preliminares. Pero a fines de febrero de 2014 el plan de Tinelli fue rechazado. La negativa fue por una indicación de La Cámpora, la agrupación juvenil de militantes que conduce el hijo de la Presidenta. Ahora, esas diferencias parecen haber quedado a un lado. En un año electoral, todo es posible.