"Nunca se dan puntos por merecimientos, sino por hacer más goles que el rival", sentenció en la semana el técnico sanlorencista Edgardo Bauza, al analizar las razones por las que el pasado fin de semana perdieron por el torneo local, también en el Bajo Flores, por 2 a 1 ante San Martín de San Juan.

Y esas "razones" que esgrimió el "Patón" en su momento fueron exactamente las mismas que le pudieron caber al partido contra los paulistas: ineficacia ofensiva y ausencia de pausas para provocar el error del adversario.

Porque seguramente esta madrugada ni Sebastián Blanco ni Mauro Matos podrán dormir después de las increíbles oportunidades de gol que desperdiciaron, en ambos casos a dos metros del arco adversario, de frente y con el arquero Cassio vencido.

El ex Lanús se lo perdió a los tres minutos de iniciado el encuentro cuando, tras un preciso centro de zurda desde la derecha de Julio Buffarini, cabeceó pleno contra el palo desde donde venía la jugada y la pelota se fue por menos de cinco centímetros.

Y el ex All Boys falló directamente abajo del arco, sin arquero a la vista, cuando solamente tenía que empujar el balón a la red tras un centro bajo de Emmanuel Más y por estirar demasiado la pierna derecha terminó impactando contra el poste izquierdo.

Y ese viejo axioma futbolero que dice que "los goles que se pierden en el arco de enfrente se pagan en el propio" volvió a cobrar forma en el vacío estadio "Cuervo" cuando promediando el segundo período y después del mencionado fallo de Mattos, el volante Elías encontró el callejón del medio para encarar entre los centrales locales y ayudado por un afortunado rebote en Mauro Cetto pudo quebrar a Sebastián Torrico con un derechazo alto.

Parecía un sino que persigue al "Ciclón" desde que Mattos y Martín Cauteruccio, que ingresó en el final por el volante Facundo Quignon, firmaron los papeles de divorcio con el gol, aunque en el anterior cotejo por Libertadores hayan intentado una reconciliación frente a Danubio, en Montevideo, donde ganó por 2 a 1.

Y esos son los tres puntos que hoy sostienen las esperanzas de los de Boedo en un grupo que los paulistas encabezan con seis unidades luego de ganar en el debut por 2 a 0 frente a un San Pablo, próximo rival de los argentinos, que la semana pasada goleó por 4 a 0 a los uruguayos.

Fue más San Lorenzo en términos generales pero no fue su noche, ya que ni siquiera pudo contar con su gente en las tribunas por una sanción que le aplicó la Conmebol por utilización de bengalas en partidos internacionales.

"Este equipo tendrá hoy once leones que jugarán como si sintieran el aliento de 40.000 hinchas copando las tribunas", twitteó el vicepresidente sanlorencista Marcelo Tinelli antes del partido, y no se equivocó en ese punto. Lo que le faltó predecir fue que eso no iba a alcanzar para festejar un triunfo, sino todo lo contrario.