Según datos de la ONU, es el país latinoamericano con mayor tasa de violencia física contra las mujeres y el segundo, después de Haití, en violencia sexual.
Los prejuicios, el abuso y la desigualdad que genera el machismo, tan presente aún en Bolivia, despertó a un grupo de mujeres albañiles quienes, "cansadas de la discriminación", se organizaron y fundaron la Asociación de mujeres Constructoras (Asomuc) en La Paz y aspiran a construir un espacio en todo el país.
"Somos 35 mujeres que estamos a pie pero tenemos muchas más que están trabajando en la construcción", explicó en diálogo telefónico a Télam, Elizabeth Ticona, presidenta de Asomuc. La definición de "estamos a pie" no es una metáfora. Asomuc es una organización en estado embrionario, tanto que no tienen aún una dirección de correo electrónico y sólo cuentan con un teléfono celular.
En Bolivia, alrededor de 160.000 mujeres trabajan en el sector de la construcción. Y aunque Asomuc apenas tenga 35 afiliadas, aseguran que son "muchas más" que apoyan y pertenecen a la organización, pero que "aún es todo muy reciente" y no se afiliaron legalmente. "Tres meses atrás decidimos organizarnos", asumió Ticona tras comentar que hace más de diez años que milita defendiendo derechos de los trabajadores pero que recién hace pocos meses, decidió junto a compañeras del sector, separarse del resto de los sindicatos.
"Había mucho abuso, mucho desempleo y desigualdad en el salario. Los hombres de la construcción ubican a las mujeres en puestos de peón o ayudante sin posibilidad de ser mano de obra calificada como maestras de obras. Es por el machismo que nos hemos organizado", subrayó la dirigente. La discriminación, según relató, se percibía en las obras y luego, cuando las trabajadoras intentaban plasmar algunos de esos reclamos. Por eso, amparadas en la reforma constitucional realizada en 2009 que pregona la igualdad entre géneros, y apoyadas en avances legislativos como fue el establecimiento de la paridad y alternancia incluidas en la Ley del Régimen Electoral en 2010, y la Ley contra el Acoso y Violencia Política en Razón de Género, se animaron a lanzar la asociación.
"Tenemos una historia de casi 15 años de lucha, con las compañeras hemos militado en la Central Obrera Bolivana (COB) pero ahora reclamamos desde la asociación, organizadas con una mano calificada, como constructoras. Y decidimos armar este espacio por las injusticias que hemos pasado", detalló Ester Encima Valderrama, otra dirigente que acompañó a Ticona en la entrevista. "La Constitución pide igualdad entre hombre y mujer, y nosotras, que hacemos el mismo trabajo que un hombre, e incluso con mucho más detalle, recibimos menos salario que ellos", sentenció Encina. Para esta constructora, el mayor obstáculo que se da en el área laboral es el de la discriminación: "Encontramos discriminación y en muchos casos acosos sexuales, por eso nos hemos alejado y queremos tener nuestra institución y el objetivo es con el tiempo poder alcanzar más sectores", remarcó.
Pese a que Bolivia tiene una población donde predominan las mujeres, la equidad de género sigue siendo un asunto pendiente y es, según datos de la ONU, el país latinoamericano con mayor tasa de violencia física contra las mujeres y el segundo, después de Haití, en violencia sexual. El presidente Evo Morales calificó meses atrás de "muy grave" la violencia machista en su país por una seguidilla de feminicidios y denuncias de agresiones contra mujeres y pidió reflexión para evitar estos sucesos. "En nuestro país hay un problema de género", reconoció Encina y aportó que aún no han recibido apoyo del Estado ni "de nadie", apenas de la ciudadanía cuando les demanda trabajo. "Todo lo que logramos es un esfuerzo propio por nuestra necesidad", agregó.
Encina, quien desde hace más de 10 años milita pero desde hace cinco se especializa en la construcción, explicó que aún resta obtener la personería jurídica para ampliar el número de afiliadas y "lograr más avances en todo Bolivia". En esa línea, la Asomuc comenzará este mes la planificación del censo a las mujeres albañiles, en sus mismas fuentes laborales, para facilitar las afiliaciones y beneficiarlas con capacitaciones que mejoren su labor, además de afinar las demandas entre las que lideran seguro de salud y más espacios laborales.