La conductora de Pasión de Sábado realizó una producción sensual y se entregó a una charla íntima
“La Susi tropical”, así se define -en broma, claro- Marcela Baños (37). Después de once años al frente de la movida tropical, la conductora se sabe todo un símbolo del género y lo disfruta… mucho. Tanto, que este sábado vuelve a la conducción de Pasión de Sábado de la mano de Cristian U. tras una pausa de tres temporadas.
Antes, como adelanto de su regreso al programa que la lanzó a la fama, posó para Ciudad.com en una producción en la que revela su costado más sexy: “Me divierte posar aunque me da un poco de vergüenza. Es el pudor típico de la mujer, que siempre quiere estar espléndida, y la verdad es que después de los 30 el cuerpo no responde igual”.
"Estoy de novia con Pablo hace seis años y lo elijo como el padre de mis hijos. Es cuestión de tiempo... ¡y de organizarse!".
- ¿Siempre te sentiste cómoda con tu cuerpo?
- Sí, me gusta la imagen que me devuelve el espejo. Soy una afortunada, fui flaca toda la vida a pesar de que jamás pude hacer gimnasia. No me gusta y mirá que lo intenté. Yo me voy mejor ahora que a los veinte. Me gusto más. Cuando era chica y escuchaba a las mujeres decir que a los cuarenta recién te empezás a sentir plena, no lo entendía. Ahora sí.
- ¿Y con qué te parece que tiene que ver?
- Con una cuestión de seguridad: te plantás en un lugar en el que ya sabés cuáles son los puntos a favor y en contra, cómo moverte. Más allá del ambiente, hablo de la vida. La mujer a esta edad se planta mejor. Hay un montón de cosas que ya no te importan. Igual, yo soy de una generación en la que a los 20 éramos chicas muy pudorosas, no éramos como las chicas de ahora. A los 20, la mayoría éramos vírgenes. Ahora, a los 16 las chicas ya tuvieron su primera vez. A nosotras nos costaba todo mucho más. Entonces, me parece que hoy por hoy, con toda esa experiencia vivida, con cada paso dado en el momento en que correspondía, llego a esta edad bien plantada. Lo estoy disfrutando muchísimo.
- En lo laboral, ¿el regreso a Pasión de Sábado cómo te encuentra?
- Feliz, en el programa me siento muy cómoda. La gente está un poco alterada por la ida de Hernán y también la de Rama. Pero yo les digo que se calmen y no se lo tomen tan a pecho. Nosotros somos un cotillón porque lo importante son las bandas y el público. La esencia del programa es otra, nosotros sólo le damos el toque porque el programa trasciende a sus conductores. No le podés caer bien a todo el mundo. Lo que pasa es que ahora, con las redes sociales, la gente tiene la posibilidad de decírtelo. Yo trato de no leer mucho porque me parece absurdo que una persona con la que nunca cruzaste una palabra te juzgue desde un lugar tan arbitrario. No hay que hacerle caso a eso.
- ¿La polémica salida de Hernán empañó el relanzamiento del programa?
- No sé si lo empañó, pero hace que la gente te pregunte si es tu responsabilidad o no su partida o te pide que no vayas el sábado para hacerle el aguante a Hernán. Y la verdad es que mi llegada no tiene nada que ver con su partida. Si yo no volvía, él se hubiera ido igual. No tiene que ver conmigo, que quede claro. En este caso soy yo la conductora porque no hay otra chica en el rubro, si no hubiera sido otra. Nadie es indispensable.
"No somos amigas con Marcela Tauro pero podemos convivir tranquilamente en el mismo lugar".
- ¿Pensás que el público de la cumbia va a aceptar a Cristian U.?
- Y… está dividido. Con lo de Hernán, se dividió el público. Hay gente que piensa que le sacó el lugar y es parte del juego. Lo veo muy nervioso y es lógico porque recién empieza. Pero tiene muchas ganas y eso está bueno, te abre muchas puertas. En seguida, le cayó bien a todos en la producción. Lo demás, son horas de práctica.
- Seguís en Intrusos, ¿lograste amoldarte a la estructura de un programa de espectáculos?
- Sí, me encanta. Me costó pero ahora me siento mucho mejor. De a poco, cada día voy mejorando. Igual, me falta un montón, está claro. Pero estoy aprendiendo y es un desafío porque es muy diferente a Pasión, que es como mi casa. Me divierto y la pasó muy bien. Mis compañeros me apoyaron en la decisión de volver a Pasión y eso también fue importante. Es un grupo de trabajo bárbaro.
"Ni siquiera mis amigos me creían que no estaba saliendo con Rial porque el rumor era muy fuerte".
- Dos años atrás tuviste un altercado con Marcela Tauro, ¿mejoró la relación?
- Sí, somos compañeras y tenemos buena onda. Nos vemos todos los días, compartimos el programa y está todo bien. No somos amigas pero podemos convivir tranquilamente en el mismo lugar. Intrusos es Jorge, Luis y Marcela. Son muy importantes a nivel periodístico. Por suerte, se acomodó todo y quedó en una anécdota del pasado.
- En otro momento se te vinculó con Jorge Rial, ¿cómo afrontaste esos rumores?
- Re tranquila porque era mentira. Me reía y pensaba: ‘que muestre la foto el que está mintiendo con esto’. ¿Vos pensás que si yo hubiera salido con Jorge Rial no hubiera tenido fotógrafos en la puerta de mi casa? Nada que ver y yo estoy de novia hace un montón de tiempo. Igual, no se me movió ni una pestaña. No me hice cargo. Ni siquiera mis amigos me creían que no estaba saliendo porque el rumor era muy fuerte. Por eso, cuando confirmó su relación con Loly, yo hacía chistes al aire de que por fin me iban a dejar de vincular.
- Recién mencionaste a tu novio, contanos un poco sobre él...
- Hace seis años que estoy de novia con Pablo, que se dedica a la gastronomía. Nos separamos después de tres años y estuvimos un año distanciados. Después, nos volvimos a elegir y funcionó. El secreto es no reflotar el pasado. Estamos muy bien, él es súper tranquilo. Se tuvo que adaptar porque no es fácil para alguien que está afuera del medio entender muchas cosas. Pero yo soy muy honesta y voy siempre con la verdad. Cuando empezaron a decir lo de Jorge, yo lo hablé con él y lo entendió. Somos una pareja súper relajada.
- ¿Tienen ganas de formar una familia?
- Hoy te digo que tenemos ganas pero en este momento me cuesta porque tengo mucho trabajo. Me cuesta pensar: ‘A ver, plantemos el tema de tener un hijo’. Porque para mí es algo que se planea. Tenemos ganas, nosotros convivimos y lo elijo a Pablo como el padre de mis hijos porque es súper compañero. Es cuestión de tiempo… ¡y de organizarse!