Si el animal terminado para faena no llega a subir en las próximas semanas, la invernada deberá bajar al menos dos pesos por kilo para que el feedlot empiece a comprar.
La faena de enero, apenas inferior a la de igual mes del año pasado, alcanza para volcar al mercado doméstico unos 60 kilos de carne per cápita. Como consecuencia de que los encierres de los últimos cuatro meses del año pasado han sido un 13 por ciento más altos que en 2013, la oferta de ganado liviano de feedlot todavía se mantiene relativamente alta.
Los fuertes calores de las últimas semanas habrían atrasado los engordes, determinando que la terminación y venta de muchos lotes haya pasado a febrero o marzo. Las condiciones generales para una suba de precios de la hacienda son claramente menos favorables que un año atrás, cuando se produjo una fuerte devaluación (35 por ciento en noviembre-enero), y una suba del precio del cuero y de otros subproductos, con un mercado interno –además– mucho más firme que en la actualidad.
Ahora, las expectativas de una recuperación de los valores se trasladan para la segunda parte de febrero o para marzo, cuando al inicio del ciclo escolar vuelvan muchos veraneantes a las grandes ciudades, especialmente a Buenos Aires. Si lo expresamos en moneda constante, a pesos de hoy, el valor actual del novillo, unos 15,50 pesos por kilo vivo, es claramente superior a los 11 pesos de principios de 2009 (liquidación), pero muy inferior al pico máximo de los últimos años, los 22 pesos de fines de 2011 (-30%).
Los valores actuales, a moneda corriente, se encuentran un seis por ciento por arriba de marzo último, mientras que la inflación en los últimos 10 meses fue del 25 por ciento (IPC Congreso).
Si bien la invernada algo ha aflojado, mantiene un sobreprecio extraordinario en relación con el gordo. Para la segunda quincena de febrero se espera la aparición de cierto volumen de terneros, este año más pesados que lo habitual por el excelente estado de las madres durante la primavera y el verano. Se espera una oferta de invernada menor que el año anterior, con ventas escalonadas a partir de marzo, dependiendo la concentración de las ventas en el tiempo, del estado de los campos en el próximo otoño, que permitirá o no al criador retener y distribuir las ventas. (“El criador no tie ne silo-bolsas para guardar sus terneros”).
El feedlot está hoy comprando muy poco: tiene un límite a pagar (21-21,50 pesos), valor al cual pocos o ninguno están dispuestos a vender. El invernador pastoril, que está bien de campo y que talla fuerte siempre en la entrezafra, se estira hasta los 23 pesos por kilo en el caso del ternero de 180 kilos. La mayoría de los feedloteros consultados espera para las próximas semanas una suba (moderada) en el precio del gordo y una estabilización en el precio de la invernada: si el gordo no llega a subir, para que el feedlot empiece a comprar la invernada deberá bajar al menos dos pesos por kilo, porque la diferencia actual de compra-ventafuertemente adversa más que compensa la rentabilidad que podría dar el bajo precio del maíz.
Debe recordarse que en los últimos años, siempre la relación de compra-venta que se da en octubre-enero (45-50 por ciento) baja a la mitad o menos, cuando aparece la zafra en marzo-junio (20-25 por ciento). Este año se espera que se registre un elevado volumen de ternero cabeza (preñez de primavera), luego un bache de oferta (seca) y más tarde, a partir de junio, se espera la aparición de cierto volumen de ternerada cola, producto de los servicios tardíos.