Si es verdad eso de que los gatos tienen siete vidas, el pequeño Bart ya ha gastado una y de forma increible. Este felino propiedad de una familia de Tampa, Florida fue dado por muerto hace unos días por los veterinarios después de que sufriese un atropello y yaciese en un charco de sangre en el suelo.

Cinco días después de haberlo enterrado sus dueños recibieron la mejor de las sorpresas. El gato logró arañar la tierra que lo cubría y se presentó "vivito y coleando" en la puerta de la casa. Aunque con una enorme herida en el ojo izquierdo que le impedirá ver de ese lado, Bart va a salir adelante.

Su dueña Ellis Huston explicó a la cadena Fox 13 que Bart sufrió un traumatismo de cráneo, tiene la mandíbula rota y un ojo herido