En un final infartante, el combinado nacional empató en 24 con Dinamarca en el debut de ambos en el campeonato que se disputa en Qatar
El seleccionado argentino masculino de handball dio la gran sorpresa del Mundial Qatar 2015, al igualar agónicamente 24-24 (13-8 parcial) ante Dinamarca, actual subcamepón del mundo, en su debut en el grupo D del certamen.
El goleador del encuentro fue el extremo Federico Pizarro, que fue elegido por las autoridades de la Federación Internacional de Handball como el mejor jugador del partido.
Los 'Gladiadores' volvieron a escribir otra página gloriosa para el balonmano nacional, que se ubicará junto a la gran victoria 27- 22 sobre Suecia, en el Mundial del 2011, o el histórico 26-23 sobre Brasil en la final de los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, con la cual consiguió clasificar por primera vez a un Juego Olímpico.
Argentina se paró de igual a igual ante una superpotencia del balonmano, nunca dio por perdido el encuentro, ni cuando las cosas pintaban para goleada, y sacó a relucir toda su garra y amor propio junto al talento de un magistral Diego Simonet, que apareció para dar la cara en los momentos más críticos.
En los mimutos finales, Argentina demostró estar entera y con hambre de gloria, mientras que Dinamarca, una vez más, mostró su lado más flojo, perdiendo pelotas infantiles, ese que lo llevó a perder las finales del Mundial 2013 y el Euuropeo 2014, en las que era favorito absoluto.
Argentina arrancó sólido en defensa, bloqueando a Mikkel Hansen, con mucho dinámica y movilidad en ataque, con lo que consiguió ponerse dos goles arriba (5-3) promediando la mitad de la primera parte.
El poco aporte de Diego Simonet, con marca personal cada vez que le llegaba la pelota, no se sentía, ya que el trabajo de su hermano mayor, Sebastián, sumado a Gonzalo Carou y los goles de Federico Pizarro y Federico Fernández disimulaban a la perfección la falta del crack "albiceleste".
Sin embargo, el último cuarto de hora de la primera parte, el equipo conducido por Eduardo Gallardo cayó en un pozo mental, no supo sacar provecho de la superioridad numérica cuando Dinamarca sufrió exclusiones por dos minutos (fueron 4) y todo se fue poniendo sombrío.
Los 'Gladiadores' se trabaron en su juego de ataque y decayeron en defensa, a lo que se sumaron perdidas de pelotas que terminaron en contras letales de los daneses, lo que obligó al técnico a pedir minuto.
El lavado de cabeza no surgió efecto, ya que durante trece minutos (entre los 16 y 29) chocaron contra una defensa 6-0 infranqueable y la muralla del arquero Niklas Landin, que no les permitieron anotar y que los europeos poco a poco fueran tomando una ventaja que por momentos fue de siete goles (13-6) para terminar imponiendose por 13-8.
La segunda parte arrancó con el 'Chino' Simonet en el banco de relevos, en un claro signo de que no iba a ver minutos en cancha, pero cuando la diferencia en el tanteador se fue achicanco Gallardo lo mandó a la cancha y el central hizo honor a su sobrenombre de el 'Messi del Handball'.
El jugador de Montpellier le puso dinámica y mágia al ataque nacional y se combinó a la perfección con su hermano Sebastián, a los que le agregó cuatro goles claves para que el milagro se vaya haciendo realidad.
Con poco más de catorce segundos por jugarse, el 'Chino' puso las cosas 24-24, ante el delirio del puñado de hinchas argentinos, una veintena invitada por la organización del torneo.
El último ataque, faltando seis segundos, fue para los europeos, que como marca la lógica se la dieron a su crack, Hansen, pero al lateral pelilargo la pelota le pesó una tonelada y todo terminó en un tiro desde nueve metros que fue bloqueado por la barrera y generó la explosión de todo los jugadores, que terminaron festejando en la tribuna junto a los hinchas.