Se espera que su lanzamiento sea en el segundo semestre del año colocándose por arriba de la tecnología estadounidense y europea.

El prototipo, denominado “NIRCrop Analyzer”, fue elaborado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la empresa TecnoCientífica. El mismo cuenta con una cámara de medición la cual posee un scanner, que calcula la emisión de energía de los granos. El aparato en cuestión se agrega a la cosechadora que toma muestras entre 10 y 15 segundos, lo que equivale a tener un dato de 20 a 30 metros a la redonda de donde se esta trabajando.

El resultado del análisis queda almacenado en un monitor instalado en la cabina de la cosechadora y la información puede descargarse en un pen drive.

Si bien esta en etapa de evaluación y sujeto a diferentes pruebas de laboratorio dado que todavía falta probarlo en soja y maíz, los resultados en trigo y cebada indican “una consistencia en los datos”, señaló desde el INTA Manfredi, Andrés Méndez, uno de los responsables del proyecto, quien a la vez rescató que el prototipo está superando otras experiencias que emplearon dispositivos provenientes de EE.UU.

Para el experto, “toda esta difenciación en la información, va a pasar a tener un valor muy importante que a veces puede ser mayor, que el mismo precio del grano”. El técnico se refiere a la trazabildad tan demandada en la actualidad por distintos mercados. Y más cuando se habla de calidad. Signifi ca mejores características de venta frente a otros productos en la góndola.

En el campo

El sensor cuyo costo de fabricación ronda los $300.000 tendrá un valor de mercado de 50.000 pesos. Para su instalación, no será necesario la adquisición de una máquina nueva dado que se adapta a las que actualmente ya trabajan en el campo.

A partir del mapa de rendimiento el dispositivo va identificando las distintas calidades ya sea por ambiente o entre lotes, de esta forma el productor puede ir mandando parte de la cosecha a un lugar determinado de su campo, evitando juntar los granos de diferentes calidades las cuales luego serán enviadas al puerto.

Con esta herramienta la Argentina impone una estrategia de venta al diferenciar de antemano los granos, promoviendo el agregado de valor en origen, y a la vez tener acceso no sólo mejores mercados sino también a elaborar un mejor producto hasta alcanzar los estándares que exigen los compradores.

A la vanguardia de la agricultura de precisión

La agricultura de precisión (AP), es una tecnología que viene creciendo de manera sostenida en los últimos años como una herramienta que le permite al agricultor bajar sus costos y aumentar no sólo su productividad sino también su efi ciencia.

Para tener idea de la magnitud del crecimiento de la adopción de la AP el parámetro internacional es la cantidad de monitores de rendimiento que dispone un país y la representatividad del uso en el área cosechada, y la Argentina en cantidad de monitores de rendimiento ostenta el segundo puesto global después de los EE.UU., y al año 2012/2013 puede mapear el 60% del área cosechada. En 1998 había 200 monitores de rendimiento con GPS; en el 2005, 1.500 monitores; en el 2010, 7.450 monitores, y en el 2012, 8.915 monitores; en el último año se aumentó un 6% la cantidad de monitores en funcionamiento en el territorio nacional.