José Marcellino, Ingeniero del INTA en diálogo con Hugo Juan Cardinalli manifestó que hoy se vive una situación sumamente heterogénea en las zonas agropecuarias debido a que “hay lugares con maíces muy buenos y muy malos en radios de 20 a 25 km, lo mismo sucede con la soja”.
El especialista en temas agropecuarios explicó que hubo granizadas muy fuertes después de las tormentas de fin de año con resiembras que se están haciendo en estos días, “esto significará una expectativa de verano muy largo, que se extenderá hasta más allá de marzo con altas temperaturas, esperando para tener una soja y un maní buenos. La soja necesitará altas temperaturas para tener buenas expectativas de rinde que supere los 22 quintales”.

Marcellino comentó a la audiencia de Radio Río Cuarto que la soja y el maíz se ven afectados por la falta de lluvias y los fuertes calores, “en los maíces de primera habrá fallas de fecundación por los días de baja humedad relativa de diciembre que afectó la polinización y resecó el polen.  Sin embargo los primeros días de enero hubo mucha humedad relativa y más allá de la falta de agua, eso ha contribuido a que el grano de polen se mantenga fresco y pueda lograr una buena fertilización lo que nos permite aguantar un poco más en los lugares donde hay sequía. Si bien no habrá rindes altos, habrá un llenado de granos más parejo que en otros casos con lluvias”.
El Ingeniero del INTA dijo que se prevé que tendremos un febrero y marzo cálido, por la atura tendremos temperaturas bajas de noche bueno para el maíz, pero no tanto para la soja. “Si llueve tendremos una buena soja, pero necesitaremos temperaturas altas en la fase final de fructificación”.

En cuanto a la preocupación manifestada por los oyentes acerca de un tipo de langosta que se está observando en los campos de la región, Marcellino explicó que “es una langosta quebrachera, de 10 cm de tamaño, color marrón, viene del norte, llega hasta esta zona a causa del desmonte. Tiene una población muy baja en la región y come desde cultivos hasta los cables de luz, la parte de plástica de las líneas de los teléfonos”. La causa de la presencia de esta langosta se debe a que ha perdido su hábitat natural, por eso está migrando hacia donde puede conseguir alimento para hacer sobrevivir la especie.
Los automovilistas las pueden observar en la ruta, cuando golpean en los autos pegan fuerte y parece que se chocara un pájaro por su gran tamaño. No generan daños graves en los cultivos porque no son de su preferencia.