Diego Maradona llegó ayer, cerca de las 21, y fue directo a ver a su hijo Dieguito Fernando a la casa de su ex pareja, Verónica Ojeda. El astro del fútbol planea quedarse un mes en la Argentina, donde además de celebrar las fiestas junto a su familia cumplirá compromisos laborales.
El regreso de El Diez al país se dio en el marco de un fuerte operativo de seguridad para evitar el contacto con la prensa. El ex futbolista salió por pista, de un vuelo proveniente de Panamá, y se juntó con sus abogados Matías Morla y Víctor Stinfale. Ni bien tocó suelo nacional Maradona se dirigió a la casa de Verónica Ojeda, en Ezeiza para a ver a su hijo.
Allí, de muy buen humor, Maradona salió a la puerta con el pequeño y bromeó con los fotógrafos por el parecido físico que tiene con el nene: "No es hijo mío", dijo riéndose y remató: "Somos iguales". La gran ausente de la ya tradicional postal fue Verónica Ojeda, con quien -según ella misma ha señalado- no atraviesa una buena relación. "Estoy feliz de ver a mi hijo, es un calco a mí", sostuvo el crack ante los periodistas.
Además de pasar tiempo con su familia durante este mes, el astro del fútbol grabará dos programas de De Zurda, junto a Víctor Hugo Morales .