El desempleo es nuevamente una preocupación para los argentinos porque, a pesar de ser mucho más bajo que el observado en el peor año de los últimos 15, el 2002, ha crecido y ya supera al de la mayoría de los países de la región.
Según el INDEC, el desempleo en nuestro país ya afecta al 7,5% de la Población Económicamente Activa (PEA) medido en el tercer trimestre de este año aunque también los datos también muestran una caída en el nivel de empleo, ubicándose en el 41,3% de la población total en dicho período, el nivel más bajo desde el primer trimestre de 2006.
De acuerdo a las cifras relevadas por Empiria Consultores, la mayoría de los países de América latina registra un desempleo inferior al de Argentina. Así en México la tasa de desocupación alcanza al 4,8% mientras que en Paraguay como en Brasil llega al 5,5%. En tanto, en Perú es de 6%, en Bolivia llega al 6,3%, en Chile al 6,6% y en Uruguay al 6,8%. En el otro extremo, se sitúan Venezuela con una desocupación de 8% y Colombia con una de 9,3%.
En ese contexto, no sólo considerando el mercado laboral nuestro país es uno de los que se encuentran en los peores lugares sino que tomando en consideración los indicadores de actividad e inflación la performance reciente de Argentina sólo es comparable a la de Venezuela.
Si a lo antes expuesto se le suma la baja credibilidad del INDEC, las contradicciones no dejan de aparecer. Muchos economistas no entienden cómo que en un contexto de baja del nivel de actividad y caída del salario real, la población que busca trabajo se esté reduciendo, como indican las cifras oficiales, cuando lo lógico sería lo contrario. De ser ciertas las estadísticas oficiales, la caída en la tasa de actividad reflejaría cierto desaliento en la búsqueda de trabajo. Algo parecido a lo que pasaba en algunos sub-períodos de la Convertibilidad y previos a su abandono forzoso a fines del 2001.
Las cifras de desempleo tanto en la región como en el país igualmente están significativamente por debajo de la de algunas naciones de la Unión Europea como Grecia (25,9%) y España (24%) aunque por encima de otros como Alemania (4,9%) y Austria (5,1%). Desde los datos esto es alentador pero es lamentable que en nuestro propio contexto regional, Argentina esté peor que el promedio de sus países. Esto habla claramente de la ineficacia de la actual política económica para generar crecimiento, empleo y bienestar.