Activistas de la ONG ingresaron a la zona de las líneas de Nazca para colocar un mensaje sobre el cambio climático.
El Ministerio de Cultura de Perú se indignó con la Organización no Gubernamental (ONG) Greenpeace por acceder sin autorización a la zona colindante al Colibrí en las Líneas de Nazca, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad.
La ONG había ingresado al lugar para colocar un mensaje sobre el cambio climático y desató el enfado del gobierno peruano: "El ministerio de Cultura expresa de manera enfática su indignaciónpor los hechos ocurridos", decía en un comunicado. Asimismo, denunció ante la Fiscalía de Nazca esos hechos y solicitó “el impedimento de salida del país de los responsables".
La famosas y misteriosas líneas de Nazca se encuentran en las Pampas de Jumana en el desierto de mismo nombre, entre las provincias de Nazca y Palpa de Perú. La UNESCO las declaró Patrimonio Mundial de la Humanidad en el año 1994.
Trazadas por la cultura Nazca (siglo I a siglo VII d.C), son cientos de figuras que abarcan desde diseños simples hasta complejas figuras zoomorfas, fitomorfas y geométricas que aparecen trazadas sobre la superficie del árido desierto.
La organización ecologista colocó durante la madrugada del lunes en las líneas de Nazca, al lado de la figura del colibríun mensaje dirigido a los líderes que participan en la cumbre sobre cambio climático de las Naciones Unidas (COP20) para que pongan fin a los combustibles fósiles. Fueron activistas de Greenpeace de Alemania, Argentina, Austria, Brasil, Chile, España e Italia quienes escribieron en letras gigantes la frase "Tiempo de cambio: El futuro es renovable".
El ministerio peruano en el comunicado precisó que en esa área "está estrictamente prohibido cualquier tipo de intervención, dada la fragilidad que rodea las figuras". Luis Jaime Castillo, viceministro de Patrimonio Cultural, comentó a la AP que los activistas de Greenpeace habían cometido un delito llamado "atentado contra monumentos arqueológicos" que se castiga con entre tres y seis años de cárcel.
Asimimso, Castillo detalló que las huellas de los activistas demorarán "cientos o miles de años" en desaparecer y que la línea afectada, el colibrí, es una de las más reconocidas, "es el símbolo de Perú en campañas publicitarias, es una verdadera cachetada a todo lo que los peruanos consideramos como sagrado".
Tina Loeffelbein, vocera de Greenpeace, dijo que fueron "absolutamente cuidadosos" en proteger las líneas de Nazca."Las letras son solo paño tendido en el suelo. Todo el mundo fue muy cuidadoso y no se hizo ningún daño en absoluto", contestó la ONG a través de su cuenta de Facebook.