Aunque el pasado enero su propietario falleció en el centro, ella monta guardia día y noche por si regresa.
Desde hace un año, día tras día y noche tras noche, la pequeña perrita Masha espera pacientemente en un hospital del distrito deNovosibirsk (ubicado en Rusia) a que su dueño acuda a recogerla. Pero, por más que aguarde, el hombre no irá a por ella, pues falleció en una de las habitaciones del centro el pasado invierno.
Tal y como publica la versión digital del diario ruso «Argumenti y Facti», la triste historia de Masha comenzó el pasado invierno cuando, un día aparentemente normal, su dueño acudió al Hospital №1 de la Ciudad de la Ciencia de Novosibirsk.
Lo que en principio era una visita de rutina al médico se terminó convirtiendo en un grave caso clínico que obligó a ingresar al paciente, según ha explicado el propio director del centro, Vladimir Bespalov.
A partir de ese momento, la perrita se presentó día tras día en el centro esperando a que su dueño mejorara. Desgraciadamente, éstefalleció el pasado enero, algo que no ha impedido que Masha continúe en el hospital aguardando a que el hombre salga del centro para recogerla.
Según Bespalov, el animal se ha convertido ya en la mascota preferida de los médicos, enfermeros y pacientes, muchos de los cuales le llevan comida a diario y le han preparado, incluso, una cama dentro de una de las salas de espera.
A su vez, los médicos ya han asumido que Masha se quedará junto a ellos muchos años, pues dos personas han intentado llevársela consigo a casa en varias ocasiones sin éxito. ¿La razón? La perra siempre encuentra la forma de escapar y regresar al hospital.