El Papa Francisco arrancó risas a un grupo de jóvenes reunidos en el Vaticano al recurrir a una metáfora del humorista argentino Luis Landriscina sobre el “sándwich de jamón y queso”.
El Papa Francisco arrancó risas a un grupo de jóvenes reunidos en el Vaticano al recurrir a una metáfora del humorista argentino Luis Landriscina sobre el “sándwich de jamón y queso” para animar a los jóvenes cristianos a comprometerse en recuperar la dignidad de las personas.
Hablando en español, el Papa Francisco se dirigió al simposio de jóvenes contra la prostitución y la trata de personas, celebrado en la Casia Pio IV del Vaticano del 15 y 16 de noviembre.
En su alocución que ha sido difundida en YouTube, el Papa Francisco recordó las palabras de Landriscina, “quien hacía ver la diferencia que hay entre colaborar y comprometerse. Todos tienen que colaborar, pero los cristianos tenemos que comprometernos. Landriscina decía: ‘La vaca cuando nos da la leche colabora para nuestra alimentación. Se da la leche y se hace el queso, y entonces hacemos un sándwich. Pero un sándwich de queso es un poco soso, entonces hay que ponerle jamón. Vamos a ver al chancho, y el chancho para hacer jamón no colabora, da la vida, se compromete’”.
El Papa explicó que “comprometerse es dar la vida, es jugarse la vida, y la vida tiene sentido solamente si uno está dispuesto a jugarla, a hacerla correr para el bien de los demás. A mí me gusta ver a tantos jóvenes que estén con esas ganas de comprometerse. ¡Acuérdense del sándwich de jamón y queso!”.
El simposio fue organizado por las Pontificias Academias de las Ciencias y las Ciencias Sociales, Global Freedom Network, y la ONG argentina Vínculos en Red, esta última dirigida por Alicia Peressutti.
En el evento participaron numerosos jóvenes de diferentes nacionalidades cercanos a esta realidad, con el objetivo de compartir su experiencia y aunar ideas contra el tráfico de personas.
“Agradecerles el trabajo que están haciendo –continuó el Santo Padre-. Es una lucha que todos estamos llamados a realizar, una lucha contra ese movimiento que lleva a la humanidad a que piense que una persona es un objeto que se usa y se tira. Un objeto de uso. Rescatar la dignidad de las personas. Estamos ciertamente en una época donde la persona humana es usada como objeto y termina siendo material de descarte. A los ojos de Dios no hay material de descarte, hay solo dignidad”.
“El trabajo que ustedes hacen, la inquietud que ustedes llevan es volver a rescatar lo que quiere ser descartado para volver a ungirlo con dignidad. Gracias por eso que hacen, por el trabajo, por comprometerse. Comprometerse es dar la vida, gastar la vida”, añadió.
Al concluir el Simposio, el canciller de la Academia para las Ciencias, Mons. Marcelo Sánchez Sorondo, extendió al Pontífice una declaración conjunta contra la trata de personas firmada por todos los participantes.