La modelo posó feliz con su embarazo de 7 meses, y reveló detalles de su relación con Pedro.
Paula Chaves (28) destila dulzura y en sus palabras hasta parece que queda lejos aquella mujer hiperactiva que no paraba un segundo en ShowMatch.
Con una enorme panza de 7 meses, 17 kilos más y dándose todos los gustos habidos y por haber, la modelo disfruta a pleno de la dulce espera: el 28 de agosto nacerá Olivia, su primera hija junto a Pedro Alfonso (34).
"Estoy necesitando dosis de mimos y contención. Cuando Pepe se va de gira sufro mal […] Tener a Pedro en mi cama me hace sentir en paz", confiesa la modelo en la revista Gente. Y agrega que llama a su madre para que le haga compañía cuando está sola o se va a lo de su abuela en Lobos.
Según cuenta Paula, con Peter viven muertos de risa, entre bromas y guiños que sólo ellos comparten. "Hasta le consulté a mi obstetra si es normal vivir tentada", afirma. Pedro, por su parte, sigue igual de celoso y de cuidadoso con ella.
“Ahora Pepe me cela más que nunca. Hace unos días me puse calzas y botas y la boca bien colorada para ir a un cumple. En el ascensor Pedro me reprochó: ¿Qué necesidad de producirte tanto si estás embarazada? ¡Sigo siendo una mujer! Ya tendría que saber que después de ser mamá voy a volver al caño”, bromea.
"Pedro me dice ‘quedate así mi amor, antes eras tan flaquita...’. Me ama con su alma, aunque cuando peleamos me tira ‘no seas gorda mala’", dice Paula, que engordó 17 kilos en 7 meses.
Sobre el sexo revela que “viene normalito” y que no es tan cuidadosa por la panza. “Yo no tengo reparos, nos adaptamos bien. El tema es la actitud: este cuerpito condiciona”. Y si de seducir se trata, Paula cuida los detalles. “En mi cuarto hay un pasillo con luces dicroicas que te marcan todo. Yo paso caminando hacia atrás para que Pepe no me vea el culo ni la celulitis. Igual me dice ‘quedate así mi amor, antes eras tan flaquita…’ Me ama con su alma aunque cuando peleamos me tira ‘no seas gorda mala’.
Miedo al parto hay poco y nada, aunque parece que Pedro no está tan canchero con el tema. “La idea es que lo tengamos en pareja. Pero la última vez la profesora que me prepara trajo una lámina explicativa de una vagina con su útero y demás, y Pedro se descompensó. Dice que quiere presenciar el parto, pero cada vez que me extraen sangre terminan reanimándolo a él”.
El casamiento sigue en pie para noviembre de 2014, cuando Olivia tenga 1 año y 2 meses, y pueda entrar con los anillos en la mano. “Somos dos papás comunes, conectados a nuestra beba. Estamos unidos para siempre”.