Se trata de un agente que era escolta de Robert Serra; el ataque habría sido planificado para robarle dólares de su casa.
"Ya están capturados varios de los autores materiales y estamos identificando a los autores intelectuales. Todos los autores materiales, todos, están identificados." El presidente Nicolás Maduro confirmó el sábado pasado lo que distintos medios habían publicado varios días antes: dos sospechosos del asesinato del diputado chavista Robert Serra y de su asistente, María Herrera, están en manos del Servicio de Inteligencia Bolivariano (Sebin).
Lo que el presidente venezolano no aportó, mientras el gobierno prepara una explicación acorde con la propaganda revolucionaria, es que el principal detenido es el policía Edwin Torres, escolta del propio Serra. Según fuentes extraoficiales, el agente de PoliCaracas y una banda de hampones habrían actuado para robar al diputado, que escondía dólares en una caja fuerte detrás de un retrato de Chávez y dos armas largas. Un móvil que, por supuesto, no interesa al chavismo, empeñado en vincular el crimen con los habituales protagonistas de su conspiranoia: el ex presidente colombiano Álvaro Uribe, paramilitares del país vecino e, incluso, la oposición venezolana.
La cuenta en Twitter del detenido, que enfrentaría la pena máxima en Venezuela (30 años), confirma la cercanía entre los dos hombres. "Así es que se gobierna, éstos son los revolucionarios que están en contacto con la comunidad", escribió el escolta tras uno de los recorridos en Caracas del diputado. "Así es hermano, como Chávez", destacó.
"Hubo una planificación de dos meses, estudiada, y una vulnerabilidad en su equipo de trabajo (de Serra) permitió que un factor extranjero trabajara. La intención premeditada era asesinarlo para causar terror", insistió Freddy Bernal, también diputado chavista y uno de los jefes políticos de los famosos colectivos radicales, el brazo armado de la revolución, muy cercanos al asesinado. El también ex alcalde de Caracas se refiere al segundo detenido, un delincuente de origen colombiano apodado "el Tin Tin".
"Es probablemente el crimen más abyecto cometido en Venezuela", exageró el ex vicepresidente José Vicente Rangel, uno de los asesores de cabecera de Maduro. Rangel, al igual que otros dirigentes revolucionarios, relaciona el crimen "con lo dicho por Lorent Saleh", el dirigente estudiantil radical deportado por Colombia y al que acusan de terrorismo.
Mientras tanto, el misterio continúa en torno a un crimen que provocó nuevos ataques gubernamentales contra los medios. La censura campea en los diarios comprados por empresarios cercanos al chavismo, y el sitio web argentino Infobae fue bloqueado en Venezuela después de que publicara una fotografía del cadáver de Serra. La Fiscalía abrió una investigación para descubrir quién robó la imagen en la morgue de Caracas.
Venezuela sufre una escalada continua de la violencia, que el año pasado situó al país en el segundo lugar planetario en cantidad de homicidios: más de 20.000, según distintos organismos independientes. En el penúltimo ejemplo, medio centenar de cuerpos ingresaron este fin de semana en la morgue de la capital.
"A nuestro pueblo le decimos que no tenemos que acostumbrarnos a la muerte", insistió el gobernador opositor Henrique Capriles, tras acusar al gobierno de "alimentar" la violencia.
La opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) convocó para el próximo sábado una gran marcha contra la violencia en Caracas, que además servirá para presentar a su nuevo secretario ejecutivo, el periodista Jesús Torrealba.