Atacaron a los jugadores durante el entrenamiento. También golpearon al vicepresidente del club. Pidieron suspender el partido con Atlético Tucumán.
De nuevo la violencia. Esta vez en Mendoza, y no en el marco de un partido de fútbol, sino que en una práctica. De mal en peor. El plantel de Independiente fue abordado por alrededor de 100 barras que se metieron en el estadio Bautista Gargantini. Empezaron tirando bombas molotov en el estacionamiento, en donde rompieron varios autos, para después agredir a los jugadores y a algunos dirigentes que estaban presenciando el entrenamiento. El que se llevó la peor parte fue Diego Caballero, quien resultó lastimado en una pierna.
"Ahora estoy más tranquilo, pero fue un momento de terror lo que vivimos en la práctica, me dieron una golpiza. Gracias a Dios estoy bien pero en un momento pensé en lo peor. Parecía una guerra y que éramos los enemigos de ellos, vinieron con armas blancas, de fuego, bombas molotov. Rompieron todos nuestros autos. Un momento muy triste para mi y para mi familia, yo soy de Misiones y toda mi familia se preocupó mucho, mi madre me llamó llorando, fue un momento muy feo", dijo Caballero en diálogo con TyC Sports.
El delantero de la Lepra relató con lujo de detalles cómo sucedieron los hechos. "Recibí una lesión de arma blanca, debajo de la rodilla derecha. Gracias a Dios no fue en la rodilla porque me hubiera roto todo. Ahora estoy con mi novia, ella me llamó llorando también, quedamos muy asustados. Rompieron un portón de la playa de estacionamiento, entraron al campo de juego y al primero que agredieron fue al arquero Ayala porque era el que tenían más cerca". Después, Caballero agregó: "Ahora me da miedo salir a la calle, no quiero salir de mi casa. Hoy en día pienso en dejar de jugar en el club. Recibimos mensajes de texto con amenazas, el Ogro Fabbiani también recibió mensajes en los que lo amenazaban".
Los barras saltaron una pared e ingresaron al estadio, sin que nada los detuviera, ya que no había presencia policial. Tiraron bombas molotov en el estacionamiento, en donde rompieron los autos de los integrantes del plantel, con quienes además se enfrentaron cuerpo a cuerpo. A su vez, el vicepresidente, Eduardo Carbini, fue salvajemente golpeado. “Vamos a pedir la suspensión del partido con Atlético de Tucumán. Hubo de todo, piedras, caños, palos, estaban encapuchados, no entiendo cómo pueden pasar estas cosas. No sé cómo llamar a estas personas, si son bandidos, salvajes, o qué, seguro que hinchas de Independiente no son. El verdadero hincha no hace este tipo de cosas. Esto pasa casi en todos lados, si no nos ponemos firmes no se termina más con este tema”, dijo.