El Banco Mundial y el FMI pronosticaron dos años de recesión.
Fue un día de datos duros para la Argentina. El Banco Mundial (BM) pidió ayer "un golpe de timón" para "ganar oxígeno" y superar las actuales limitaciones de financiamiento, mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó que los próximos dos años serán recesivos.
También señaló que si bien queda "espacio" para una nueva devaluación, ésta serviría de muy poco si se traslada inmediatamente a los precios, algo que en la Argentina parece "difícil" de evitar.
Los primeros datos de la jornada los aportó el organismo que dirige Christine Lagarde. Al dar a conocer su panorama económico semestral (WEO, por su sigla en inglés), el FMI pronosticó una caída de 1,7% este año y otra de 1,5% para el próximo en la Argentina.
El escenario de recesión se completa con la identificación de lo que se anticipa será una de las víctimas más evidentes: un aumento de casi dos puntos en el desempleo. Se pronostica que llegará a 8,8%, contra el 7,1 del año pasado. La mala tendencia se agudizará en 2015, según el diagnóstico del FMI.
Para el año próximo, el Fondo proyectó una tasa de desocupación del 9 por ciento. Todo, como parte de un contexto de "crecientes desequilibrios" económicos, inflación elevada, brecha cambiaria e "incertidumbre por la persistente confrontación con los acreedores" que no aceptaron los canjes de deuda.
Ese diagnóstico fue retomado luego por el economista jefe para la región del Banco Mundial, Augusto de la Torre, que llamó a apurar la búsqueda de un camino para regresar al financiamiento del que el país está apartado.
"Modestamente, si yo estuviera en los zapatos de los argentinos, buscaría darle prioridad al tema", dijo De la Torre, al ser consultado por LA NACION. No sólo por ganar oxígeno, sino por revertir expectativas negativas. "Si el acceso al financiamiento no es normal, la gente puede adoptar posiciones defensivas. Como posicionarse en dólares o sacar los capitales del país", previno.
El FMI y el BM iniciaron aquí su habitual asamblea conjunta, que deliberará hasta el domingo y en la que se prevé, posiblemente mañana, la incorporación del ministro Axel Kicillof. Como lo viene haciendo desde hace años, los documentos del FMI volvieron a advertir sobre la "calidad" de las estadísticas argentinas y la moción de censura, aún vigente.
Sólo que, esta vez, la prevención está expresada en un texto mucho más extenso. Se reseña la historia de la inexactitud estadística y se aclara que el proceso de "corrección" de la "información inexacta" suministrada por el país todavía está en proceso. No se hace valoración ni pronóstico alguno sobre el sentido de su desenlace, previsto por calendario para los próximos meses.
Esa prevención llevó a que, una vez más, el informe del FMI diferencie a la Argentina del resto de los países al no ofrecer datos sobre la evolución del índice de precios.
De 84 páginas, la difusión del informe WEO fue la actividad central de la asamblea conjunta, con una comparecencia de su economista jefe, Olivier Blanchard, en la que previno sobre una "desaceleración" de la economía mundial, salvo en el caso de los Estados Unidos, con una "mediocre recuperación".
CRECIENTES DESEQUILIBRIOS
El documento declara que el litigio con los fondos buitre -a los que caracteriza como "acreedores disidentes"- tiene impacto negativo en la actividad económica del país, al generar "incertidumbre".
Describe luego un panorama de "crecientes desequilibrios macroeconómicos" en un contexto de alta inflación y elevada brecha cambiaria entre el dólar oficial y el paralelo.
Por la tarde fue el turno del BM y de la comparecencia en la que De la Torre abogó por un golpe de timón que permita recuperar el acceso al financiamiento.
También sostuvo que el país "tiene espacio" para otra devaluación. De todos modos, "si lo que se devalúa se va a los precios, no se gana nada", advirtió.
De la Torre dijo que el acceso a financiamiento es conveniente no sólo por el aire que reportaría al país, sino también porque "en la medida en que no existe se generan expectativas que pueden llevar a la sociedad a tomar posiciones defensivas que luego complican más las cosas".
En conferencia de prensa como parte de la asamblea conjunta de la entidad y el Fondo Monetario Internacional (FMI), en la misma ocasión, el Banco Mundial afirmó que "aún no hay fecha" para la liberación de préstamos para la Argentina.