Hace menos de un mes hablábamos de los números redondos, quizás esperanzados que los 1000 centavos por Bushel (367,40 dólares por tonelada), sin embargo ahora estamos ya en la línea de los 900 centavos por bushel ( 330 dólares por tonelada) motivados por el exceso de oferta.

 Esta proyección de rendimientos sigue empujando hacia abajo las cotizaciones en un país donde el productor no solo está preocupado por el precio, a pesar que gran parte de su cosecha ya tiene fijado el valor de venta, también se preocupa por la logística y el almacenaje de la cosecha record.

Si la pregunta entonces es ¿hasta cuando los precios seguirán bajando?, la respuesta no está en manos de productores, comerciantes o industriales. Los que probablemente cambien el rumbo de la tendencia son los especuladores que cuando consideren que los precios ya cayeron lo suficiente van a empezar a comprar mercadería.

 Sabiendo quien dará la señal de partida a la recuperación de los precios, el interrogante es ¿Cuándo?.

Es imortante tratar de determinar el momento de la recuperación porque eso nos permite esgrimir algunos puntos claves en las coberturas.

No parece lógico que los precios mejoren en plena recolección de frutos, menos con excelentes condiciones de cultivos, sin problemas climáticos y con noticias de rindes records. Si tenemos en cuenta que los meses donde se concentra el mayor volumen de operaciones son noviembre para la soja y diciembre para el maíz en Chicago (CME – Chicago Mercantil Exchange), no tenemos que hacernos ilusiones que lo precios internacionales mejoren.

Teniendo en cuenta estas premisas y analizando que el productor local ve reflejando en el precio del mercado interno un valor superior al que cualquier exportador de poroto de soja le podría pagar porque la industria aceitera resigna margen de utilidad, porque las fábricas prefieren moler incluso a contramargen (con utilidades negativas) a entrar en paro, cosa que resulta más costosa.

Algunos datos adicionales:

1-      Argentina exporta aceite y harina de soja del complejo sojero

2-      Los márgenes de molienda que otorgan los precios internacionales van a tentar a los procesadores Americanos a cerrar exportaciones de subproductos por ende existe un riesgo bajista en Harina de soja y Aceite de soja.

 Si es altamente probable que los precios de la soja no suban en Estados Unidos por la presión de oferta y empujen a la baja a los subproductos a la baja, desaparece en Argentina el “premio” que hoy la molienda le transfiere al productor incrementando el riesgo bajista.

 En consecuencia la recomendación al productor sería ponerle precio a la soja que está sin vender en el mercado a Término de Rosario para la operatoria del índice de soja Rosafe que por ser un mercado sin entrega nos otorga una cobertura de mayor plazo, utilizar futuros con entrega solo nos permite estar en el mercado durante octubre, a partir de ese momento corremos riesgo al entrar en periodo de entrega el mercado.

Para sintetizar y a pesar de todas las malas que le toco vivir este año, todavía usted puede beneficiarse con el mercado bajista. La sugerencia sería entonces vender futuros de soja en el ISR (Indice soja Rosafe) y por las dudas monitoree que pasa con la posición de los fondos de inversión en chicago, si estos empiezan a comprar y los precios se empiezan a recuperar es el momento oportuno para desarmar la posición vendedora comprando lo que habíamos vendido previamente.

 Es importante destacar que de producirse la baja, y los precios de la cosecha vieja (2013/2014) tienda a la nueva (2014/2015) podemos cobrar la diferencia y no estamos obligados a vender el físico por lo tanto seguimos cubriendo el riesgo devaluatorio.


Informe 16/ Lv16.com