El abogado querellante en la causa por las explosiones en Río Tercero, Horacio Viqueira, sostuvo que en esta semana de declaraciones a secretarias de jefes, el testimonio de una de ellas fue clave al confirmar que hubo indicios sobre una posible intención de liberar la zona en los días anteriores.
En ese sentido, precisó que la noche previa al 2 de noviembre del 1995, la guardia militar de la fábrica le obligó a un vecino de la zona a movilizar su camión tanque. Advirtió Viqueira que hacía años que el camionero dejaba su vehículo en ese lugar y que en la noche previa a las explosiones, le solicitaran que lo moviera de lugar.
Otro de los episodios que relató una de las secretarias fue el corte de líneas telefónicas hacia el exterior de la fábrica. “Días previos llegó una orden desde Buenos Aires de dar de bajas todas las líneas telefónicas que tuvieran línea directo al exterior. La fabrica quedaba aislada de la posibilidad de llamar a los bomberos, por ejemplo” señaló.
En ese sentido, precisó que otra de las secretarias brindó detalles del comportamiento de Gatto, ex jefe del área mecánica, en la etapa previa a la explosión.
“Dijo que Gatto tenía armas y que a veces la ponía encima del escritorio. Una cantidad de indicios que da cuenta de un grupo militar que estaba controlando la fabrica con un control vertical muy fuerte y que para nosotros es muy importante” manifestó.
En cuanto a la declaración de Sarlenga, jefe de fabricaciones militares, aseguró que será importante ya que brindará información sobre el uso de la fábrica para la venta al exterior.
Fuente: Informe 16 - LV16.com