Es una medida del gobierno de Hollande en el marco de la austeridad; se estima que costarán hasta 2500 euros cada una.
Coleccionistas del mundo entero, así como muchos franceses, esperan con ansiedad la primera subasta en la historia de una parte de la bodega de vinos del Palacio del Elíseo, sede de la presidencia de Francia, que comienza esta noche en París.
Desde que el Elíseo, sede del presidente Francois Hollande, anunció hace unas semanas que remataría, el 30 y 31 de mayo, unas 1200 botellas de vino - o sea una décima parte de la bodega presidencial-, el interés ha ido creciendo por esta venta, que es vista como un reflejo de los tiempos de austeridad que vive Francia.
Botellas de Château Petrus, un prestigioso vino tinto de la región de Pomerol, estimadas en unos 2200 euros, antiguas botellas de vinos de Burdeos y Borgoña, se hallan entre los tesoros de la bodega presidencial que serán ofrecidos al mejor postor esta noche y mañana por la tarde en la casa de remates parisina Druot.
"Es una venta cargada de simbolismo", reconoció Ghislaine Kapandji, de la casa Kapandji-Morhange, responsable de la subasta.
La especialista en vinos del Elíseo, Virginie Routis, indicó que la presidencia francesa había decidido subastar parte de su bodega, que fue creada en 1947, para proceder a su renovación.
En estos tiempos de crisis, el Elíseo quiere reinvertir el producto de la subasta en vinos más modestos, indicó la sommelier, quien precisó que "el excedente será entregado al presupuesto del Estado".
Las 1200 botellas que serán rematadas fueron trasladadas hace varias semanas a cava en la periferia de París, donde son expuestas a periodistas, curiosos y posibles compradores.
Entre los 12.000 vinos que contiene la bodega del Eliseo, Virginie Routis escogió .200 botellas, que "son muy representativas de la producción de vino en Francia", indicó Ghislaine Kapandji.
En los vinos que serán ofrecidos en el remate dominan los Burdeos y los Borgoña, pero también figuran en la venta vinos de Alsacia, del Loira, del valle de Ródano, y del sudoeste de Francia.
Las estimaciones van de 20 a 2500 euros. "Hay botellas raras (...) y algunas más discretas", dijo la experta de la casa de remates, indicando que la más alto costo estimado es la de una botella de Petrus de 1990 (entre 2200 y 2500 euros), y que la botella más antigua es un Château Latour de 1936.
El champagne está también representada en la venta, con botellas de Clos du Mesnil de Krug, de 1985.
También se espera que cinco botellas de Cognac, presentadas en un cofre de madera con el sello "presidencia de la República", atraigan muchas pujas.
El cofre está estimado entre 400 a 600 euros, pero su procedencia hará seguramente que se disparen los precios de este y de los otros lotes de vino, algunos de los cuales, subraya la casa Druot, "acompañaron grandes momentos de la historia de Francia".