"Queremos leche en polvo", es una campaña para ayudar a 500 familias que son asistidas en la Parroquia Espíritu Santo de Río Cuarto.

El padre Carlos Jucos comento que “este año hemos encontrado eco muy interesante en otras personas, en medios, en empresas. Estamos muy contentos porque la colecta se ha ido instalando en el imaginario de la gente de Río Cuarto, porque nos importa, además de lo que sirve para la necesidad de la gente que ese es el sentido último de nuestra campaña, nos importa también ir generando la conciencia y la participación”.

Respecto de la campaña del año pasado, el Padre indicó “vamos a poder superar los dos mil kilos de leche en polvo en virtud de que ya hemos ido recogiendo lo que a lo largo del mes la gente nos ha ido haciendo llegar, y tenemos unas cuantas promesas, unos compromisos que creemos que van a ser cumplidos. Dos mil kilos, en términos absolutos, es un montón, pero también es cierto que para 500 familias son cuatro kilos por familia para todo un año es poco, pero es un aporte”.
Además, sostuvo que “la cuestión no está en cuanto es lo que conseguimos, sino en que se va generando y profundizando el espíritu solidario”.

Además del trabajo que realizan las parroquias en cuanto a la demanda de familias, Juncos especificó  que en el caso de la parroquia hay un aumento en el número de familias.

Cáritas tiene cada vez más un estilo de trabajo,que no consiste simplemente en darle a la gente algo, sino en trabajar con la gente, generando distintas propuestas que puedan ser de protagonismo del beneficiario. “Es importante saber que el beneficiaros no sea simplemente alguien que va a recibir un bolsón, sino alguien que comparte otras instancias formativas, de protagonismo personal, que gestione su propia dignidad y hay un crecimiento en el número en el caso nuestro, que está vinculado a la necesidad y también a una circulación de las familias necesitadas que se arriman a la parroquia nuestra y que vienen de otros lugares de la ciudad. No solo exclusivamente de la parroquia nuestra, hay gente de la periferia de Las Higueras, incluso del sur de la ciudad” señaló.

El Padre Carlos sostuvo que la gran mayoría de las familias accede por sus propios medios a una cantidad básica de alimentos que no alcanza a cubrir sus necesidades de todo el mes. Ante esto, explicó que “en la copa de leche de la parroquia hay algunos niños que su última comida es la que reciben en la merienda que nosotros les ofrecemos cuando los ayudamos a hacer los deberes, de modo que si hay un porcentaje mínimo pero preocupante que personas que si no reciben esto se complica su completar”.

“Tenemos que pensar que entre las familias más necesitadas, casi todos los ingresos que tengan, sea por el motivo que sea, asignación universal, por las changuitas que hacen, los que tienen algunos trabajos muy precarios, casi todo lo que ellos gastan, lo gastan en comida. Eso implica una preocupación porque todos sabemos que la vida no se resuelve solo en el alimento, nosotros sabemos que haciendo un aporte a las familias, que sabemos que es mínimo y quisiéramos que fuera más grande para que la familia pueda disponer de algunos de sus pequeños ingresos para otras cosas que también hacen a la dignidad de su vida” finalizó. 

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Fuente: Informe16 - www.lv16.com