Con un progreso de un escaso porcentaje de la cosecha americana los mercados bajan al compas de los rindes record en el país del norte.
Esperanzados los hombres de campo buscan alguna señal que justifique el razonamiento que no es malo retener mercadería, temiendo una próxima devaluación del signo monetario en Argentina.
Las noticias alcistas, están del lado de la demanda y en ellas los productores locales siguen reteniendo esperanzados que al menos un ajuste técnico lo ayude a conseguir mejores precios. Si buscamos las buenas nuevas, que tímidamente aparecen en letra chica podemos enumerar las siguientes:
- Son los precios más bajos en los últimos cuatro años, por debajo de los costos de producción del maíz en Estados Unidos, sin embargo no alcanzan para disparar las indemnizaciones de los seguros de precios. Si no están presente los subsidios, disminuimos el riesgo de una sobreoferta en un mercado distorsionado por ayudas a los productores de maíz del mayor productor del mundo.
- Brasil ya exportó casi la totalidad de la soja que pensaba exportar esta campaña agrícola.
- Desde el punto de vista del análisis técnico los mercados se encuentran sobrevendido y tienen que mejorar, al menos un rebote coyuntural.
- Las cifras de exportación americanas son mayores a las previstas.
- En el plano local, la disminución de área de maíz y el aumento del corte con etanol puede ayudar.Sin embargo nada alcanza para detener la caída de los precios que provocan una disminución en el ingreso neto del productor local y modifican el esquema de superficies debido a los costos de implantación del maíz, incrementando las intenciones de siembra de la oleaginosa por encima del cereal.
Todo esto nos hace plantearnos algunos interrogantes
- ¿Puede solo la oferta provocar estas bajas?
- ¿Aprovechará China para comprar soja, o esperará la cosecha sudamericana para hacerlo?
- ¿Por qué nadie menciona que a este ritmo de exportaciones de Estados Unidos, la supercosecha puede resultar escasa?
- ¿Los excelentes rindes de maíz alcanzarán para compensar la disminución de área de la presente campaña en el país del norte?
En este escenario complejo, donde todo parece indicar que los precios de la próxima cosecha podrían ser peores a los que actualmente el mercado muestra como válidos quedarnos sin hacer nada puede resultar perjudicial para la empresa agropecuaria.
En consecuencia, a pesar que los precios de los futuros de la nueva cosecha resulten bajos comparados con la de la actual, de acuerdo a la estructura de costos, cada productor deberá analizar su estructura financiera y cubrirse por si continúan las bajas, al menos para minimizar pérdidas.
Debido a que falta mucho tiempo, y en el caso de la soja, la producción sudamericana es clave, puede presentarse una recuperación del poroto donde será necesario haber diseñado una estrategia flexible que permita capturar subas.
En un mercado con tantas incertidumbres, donde los únicos datos concretos atentan contra los precios, es un acto heroico permanecer sin coberturas.
Las únicas certezas parecerían indicar que quien tiene necesidades financieras de corto plazo no tendría que esperar para vender, quien dispone de excedentes las condiciones a precio en dólares parece ser la mejor de las opciones; o vender soja o maíz, en ese orden y comprar dólares, para protegernos de alguna devaluación.
Con respecto a la 2014/2015, que todavía no se sembró, es conveniente analizar las oportunidades que se presentan porque este año los números del campo son más ajustados y pueden complicar las finanzas de la gente de campo que este año tendrá la responsabilidad ineludible de planificar sus ventas de granos para asegurarse al menos seguir en carrera cuando se recuperen los precios.
A pesar que todo parece indicar que en cualquier momento las cotizaciones mostrarán mejoras, sobran los argumentos para pensar de esa manera, lo mejor que nos puede pasar es que perdamos dinero con las coberturas porque al igual que los seguros es mejor si no ocurre el siniestro.
Fuente: Juan Vasquetto - www.lv16.com