Autoridades del Policlínico San Lucas entregaron a una abuela el cadaver de su nieta recién nacida para que lo trasladara por si sola hasta la morgue. El caso está en la justicia.
El encargado del móvil de LV16, Fabián Petenatti, conversó con Mónica Vega, una abuela con una historia escalofriante para contar. A Vega le hicieron trasladar el cuerpo sin vida de su nieta recién nacida hasta la morgue del Hospital San Antonio de Padua, en una bolsa con formol.
El pasado lunes 15 fue una montaña rusa de emociones para Vega, quien se enteró en el instante que comenzaron las contracciones de que su hija, Kimberley Jimena, de 16 años, estaba embarazada y a punto de parir.
Kimberley Jimena, ingresó a la sala de partos del Policlínico San Lucas con contracciones y 6 cm de dilatación. Momentos mas tarde, médicos del hospital le informaron a Vega que su hija y nieta se encontraban sanas y a salvo.
La alegría de la flamante abuela se desvaneció de repente cuando momentos después le dieron la noticia de que la bebé había ingerido líquidos del parto y se encontraba grave. La clínica no contaba con los elementos necesarios para realizar un lavado de estómago. La recién nacida no sobrevivió la noche.
“La bebé quedó toda la tarde siguiente en una cajita verde, en la sala de partos” relató Vega a LV16.
Las malas noticias para la mujer, sin embargo, estaban lejos de terminarse. El director del sanatorio, le informó que, por estar afiliada a la obra social PAMI, los servicios de sepelio no estaban cubiertos y debía retirar el cuerpo de su nieta del lugar y trasladarlo al Hospital San Antonio de Padua antes de las siete de la tarde. Luego, ocurrió lo insólito. Le entregaron a su nieta en una bolsa “de nylon roja, como la que se usa para los residuos” con formol para que ella misma la trasladara. Los doctores confeccionaron una orden para que se realizara el trámite y dejaron a su suerte a la mujer y el paquete que contenía el cadáver de su nieta.
Vega trasladó el cuerpo hasta con ayuda de un amigo de la familia, quien accedió a llevarla en el auto.
“El pediatra que nos atendió en el hospital casi se cae de espalda” dijo la conmovida mujer. “Cuando quise acordarme, estaba lleno de policías que me tomaban los datos. Si me hubiera ido a pié, probablemente estaría presa”.
Kimberley Jimena continua en shock tras la pérdida de su hija, y su madre no encuentra palabras para calmarla.
Una semana ha transcurrido desde el extraño hecho. La autopsia de la bebé aún no se realizó y la familia demanda una explicación de la muerte. No descartan iniciar acciones legales.
El sanatorio se negó a dar declaraciones y el caso está en manos de la justicia.