Noventa minutos de fútbol. Un partido. Una instancia de definición de un certamen internacional. La Copa Libertadores, los cuartos de final. Presente. Historia. Dos equipos con diferentes realidades, pero con una ambición idéntica. Newell's y Boca, frente a frente en un duelo de estilos. Desde las 19.30, se comenzará a resolver cuál es el equipo argentino que continuará en la competencia que desvela a todos por estas tierras. Se acelerarán los corazones y los músculos se tensionan. Cada uno sabe que se juega demasiado, que nada será igual el día después del choque de esta tarde. Uno quiere quedar en la historia y el otro, imponer la suya.

Las obligaciones se multiplican. Será una auténtica partida de ajedrez la que plantearán Gerardo Martino y Carlos Bianchi. Es que los intereses de uno y otro lado están atados a un resultado y allí también entra a jugar la experiencia de cada parte. El empate sin goles en la Bombonera en el partido de ida, abre el abanico de opciones y le permitirá pasar a semifinales al equipo que gane en esta ciudad; mientras que si repiten el 0-0 habrá penales, y si hay un empate con goles avanzarán los xeneizes, por el valor extra de cada tanto anotado en condición de visitante.

Las armas serán diferentes. Los esquemas, también. Boca apelará a la estrategia que utilizó en Brasil, ante Corinthians, y que lo condujo hasta esta instancia. Es decir que Bianchi jugará con un solo delantero, Nicolás Blandi, y con Juan Román Riquelme, su jugador más importante, tirado unos metros más adelante que lo habitual. Después, una estructura más apretada, con dos líneas de cuatro hombres. Pero en realidad, Boca sabe que cuenta con un arma que suele darle buenos dividendos: "Creo que hemos tenido partidos buenos, malos, pienso que Boca en la Copa crece muchísimo por historia. Tenemos jugadores que han jugado finales, ganadas o perdidas, con experiencia. Esperemos poder usar la historia a favor", dijo Orión.

Pero no será fácil imponer condiciones cuando del otro lado aparece el hambre de un equipo que es líder del certamen local y que pretende extender su aventura continental, apoyado en lo que hace un par de días consiguió: golear a Boca [una versión diferente a la que se verá esta tarde] por 4-0, por el torneo local.

"Para ser recordados tenemos que ganar algo. No sé si en la Argentina estamos preparados para que se recuerde un equipo que no gana algo. Acá no alcanza. Quiero subrayar el «acá». Tal vez en otro lado, sí", dijo Gerardo Martino, que esperará hasta último momento para confirmar la presencia de Cruzado o Bernardi en la mitad de la cancha. Sólo allí duda, porque está confirmado que tendrá a Heinze y Scocco, sus estandartes.

Un choque de alta tensión. Una sola misión: continuar en la Copa.