El pasado martes dos de septiembre por la mañana, Valeria Pesce le pidió a la abuela de su hija de dos años y medio, que la lleve a vacunar.

“En cada campaña de vacunación trato de cumplir, por seguridad, por salud y por todo lo que puede transmitir una enfermedad. Yo estuve tranquila hasta las 14:00 horas” señala la madre.

A las dos de la tarde de ese mismo día recibe un llamado del centro de salud de la localidad, donde le informan que a las 20:30 debía presentarse con su hija porque un pediatra la quería observar.

Cuando llegaron al lugar a la hora pactada, Valeria fue recibida por la jefa de enfermeras y dos asistentes más, las cuales le informaron que hubo una confusión respecto a las vacunas y que le aplicaron a la beba la vacuna de la fiebre hemorrágica, que es para mayores de 15, cuando debían recibir el refuerzo de la rubeola, para menores de 4.

Por el momento los afectados permanecen en observación y bajo la supervisión de profesionales.

Fuente: Informe16 - www.lv16.com