El miedo a volar o aerofobia puede aparecer con síntomas como sudor en las manos, ansiedad, palpitaciones, ahogo, por nombrar algunos. Todos indicios de que algo no anda bien a la hora de subirse a un avión. Pero son pocas las personas que lo registran como tal y lo tratan a tiempo, antes de que pueda convertirse en toda una fobia.

Según un estudio de la IATA (International Air Transport Association), el 25% de los viajeros tiene miedo a volar, es decir, uno de cada cuatro, y aproximadamente un 5% tiene fobia. ¿Cómo afecta a quienes sufren esta patología? Y ¿cuánto influyen las tragedias aéreas?

"Todo accidente aéreo genera un incremento notable de pacientes. Además, las imágenes que se muestran en televisión sobre las últimas tragedias son muy traumáticas para las personas con sensibilidad, por lo que es un agravante", asegura a Infobae el psiquiatra Claudio Plá.

"La fobia es la evitación absoluta, aunque hay casos de fóbicos que vuelan transitando un tratamiento. El diagnóstico es clínico y hay test para medir la ansiedad.Yo lo denomino como una epidemia oculta ya que la gente no realiza consultas porque no está instaurado", agrega.

Entre los casos que menciona Plá, está el de aquel individuo que decide 'no volar más' luego de una mala experiencia en el aire: "Lo que esta persona no sabe es que puede tratarse y que con un curso intensivo, material, medicación y ejercicios logra mejorar notablemente, para que este miedo no le impida viajar por placer o trabajo".

Síntomas y consejos:

-En cuanto a lo psíquico, se presenta con ansiedad anticipatoria; es decir que la persona duerme mal las noches previas al vuelo. Comienzan ideas negativas o les vienen imágenes de películas trágicas.

-En lo físico hay ansiedad y pánico, palpitaciones, sensación de ahogo, tensión muscular, diarrea, sudoración, sensación de mariposas en el estómago.

-Luego, "la pasa mal", es decir que permanecen atentos a los ruidos, a las caras de las azafatas, "como esperando algo terrible".

-Es bueno hacer ejercicio moderado y comer antes de salir rumbo al aeropuerto para disminuir la ansiedad.

-Una vez arriba del avión, será fundamental contar con un "set de distractores": música, revistas, juegos, palabras cruzadas, entre otros.


Qué pasa con los niños

Muchas veces no sólo los adultos presentan síntomas de aerofobia sino que puede afectar a los más chicos también y se desarrolla con "un alto grado de angustia" antes del viaje, según señala a Infobae Claudia Amburgo, médica psicoanalista especialista en niños y adolescentes.

"Los niños menores de cinco años de edad creen y entienden que cuando una persona se muere es igual a 'irse de viaje' o 'a estar inmóvil o quieto'. Suele suceder que para buscar alguna palabra reconfortante ante la ausencia de una mascota, o de un ser querido, se les digan cosas como: 'No te preocupes, está en el cielo'. Desde muy chiquitos están familiarizados con la muerte aunque no la comprendan, y es por eso que inconscientemente asocian el miedo a subirse a un avión con la posibilidad de morirse", detalla la especialista.



Otra posibilidad del temor a volar, destaca, "se puede deber al hecho de separarse de la tierra, del piso firme, que representa la mamá o el papá, y que les da seguridad". Por último está el miedo que les transmiten los padres, quienes "creen que pueden disimular su angustia, cuando los niños perciben todo". ¿Cómo manejarlo? Algunas sugerencias:

-Planear el viaje con anticipación para poder conversar sobre el destino, horas de vuelo, el lugar que visitarán y sobre todo para dar la posibilidad de que circulen ideas, fantasías y miedos al respecto.

-Que el destino tenga posibilidades de entretenimiento más o menos acordes a las distintas edades de los hijos.

-Se aconseja que según la edad de cada niño éste lleve consigo en el avión una mochila con algunas pertenencias (juguetes, golosinas favoritas, libros, música) que le darán seguridad, confianza y distracción durante el vuelo y también en el lugar de destino.

-En caso de no poder resolver el problema solos, consultar al psicólogo especialista en niñez.

Volar sigue siendo unos de los medios de transporte más seguros del mundo, pese a las últimas tres tragedias que ocurrieron en el lapso de una semana: el avión operado por Malaysia Airlines que fue derribado por un misil en Ucrania, el vuelo de Air Algerie que se estrelló en África y el avión de la aerolínea taiwanesa TransAsia que se estrelló en las islas Penghu.

"Cada día, unos 100 mil vuelos se desarrollan sin incidentes. En 2013 más de tres mil millones de personas volaron y hubo 210 muertes. Lamentablemente, hemos superado ese número ya este año. Pero aun así, subirse a un avión es todavía una de las actividades más seguras que uno puede hacer", asegura Tony Tyler, director general y CEO de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo.