Ayer fue hallado  sin vida en un campo de 600 hectáreas ubicado en camino a Las Jarillas, pasando Estación Juárez Celman, el autor de dos crímenes, cuyas víctimas fueron la ex esposa y la actual.

Según informó el comisario general Mario Tornavaca, jefe de la departamental Colón, alrededor de las 13, un hombre que estaba al comando de una máquina que cosechaba maíz en un campo de 600 hectáreas se topó con un cadáver, por lo que avisó a la Policía.

Cuando los primeros efectivos llegaron, comprobaron que se trataba de Molina, quien era buscado por la división Homicidios desde el domingo 29 de junio último, cuando su pareja, Silvana Córdoba (41) fue encontrada asesinada a mazazos en su domicilio de Parque Norte, Juárez Celman. La mujer era madre de cuatro niños y trabajaba como instrumentista en el Hospital Neonatal.
 
Próximamente se dará a conocer la autopsia para conocer las causas de su muerte. Desde entonces, Molina era buscado por la zona, bajo la hipótesis de que se había quitado la vida, tal como había anunciado a un vecino en un mensaje de texto, al confesar su nuevo crimen.
Según las primeras apreciaciones de los forenses, Molina tenía un corte en la muñeca izquierda, aunque no está claro si falleció desangrado o si se trató de una herida superficial. A su lado, se encontraron un bisturí y una botella de whisky semivacía.

El caso…

Molina había sido condenado en 2012 por el homicidio de su pareja anterior, Elsa Cano, cometido en 2007. Pero quedó libre: fue sentenciado a tres años de prisión condicional por la Cámara 6ª del Crimen, que consideró que había actuado “bajo emoción violenta”. El tribunal siguió el criterio de la pericia psiquiátrica oficial.

Cano cumplía 35 años justo el día que fue asesinada, el 17 de julio de 2007. Llevaban 12 años en pareja. Era ama de casa y tenía cuatro hijos (los tres menores eran hijos de Molina). Los chicos hoy crecen con la abuela y un tío, hermano de Elsa.
 
 Fuente: LV16.com -informe16