El argentino nacionalizado español falleció hoy en Madrid a los 88 años. Fue considerado por la FIFA como uno de los cinco mejores jugadores del Siglo XX. Surgió en River pero triunfó como jugador en el Real Madrid, del que era su presidente honorario.
Alfredo Di Stéfano falleció hoy en la ciudad española de Madrid a la edad de 88 como consecuencia de un paro cardiorrespiratorio sufrido el sábado pasado cuando salía de un restaurante. El deceso fue confirmado por sus familiares y conmocionó al mundo del fútbol, del que fue considerado el primer gran jugador de la historia.
Apodado "La Saeta Rubia", Di Stéfano comenzó a jugar al fútbol en River en el año 1945. En el club "Millonario" jugó 17 partidos y no convirtió goles. Fue cedido a Huracán en 1946 y allí anotó 10 goles en 27 encuentros disputados. Tras la huelga de futbolistas que hubo en el país en 1949, Di Stáfano y otros tantos talentos del fútbol nacional emigraron a Colombia y revolucionaron el fútbol de la Liga "cafetera".
El delantero nacido en el barrio porteño de Barracas representó en Colombia al club "Millonarios" de Bogotá, donde anotó la impresionante cifra de 90 goles en 101 partidos y junto a otras figuras de la época como Adolfo Pedernera, Néstor Rossi y Julio Cozzi integraron uno de los equipos que marcaron la historia grande del fútbol. Di Stéfano se consagró cuatro veces campeón en Colombia y fue dos veces el máximo goleador de la Liga.
Su historia más grande fue sin embargo en el Real Madrid, club que lo conoció en 1952 cuando lo enfrentó con Millonarios en un partido amistoso que el equipo colombiano ganó 4-2. El encuentro fue visto por el mítico presidente "Merengue" Santiago Bernabéu, quien se encargó personalmente de contratar a Di Stéfano tras quedar maravillado con su fútbol.
En Real Madrid Di Stéfano jugó durante 11 años ganando 5 Copas de Europa, una Intercontinental y 8 Ligas de España, de la que fue durante cinco años el máximo goleador, cuatro de ellos de manera consecutiva (1954, 10956, 1957, 1958 y 1959). En 1957 y 1959 recibió además el premio Balón de Oro al mejor jugador de Europa, mientras que en 1958 llegó a ser el máximo goleador de la Liga de Campeones de la UEFA.
A nivel selección, jugó con la Argentina apenas seis partidos, ninguno por Mundiales. En 1956 se nacionalizó español y jugó con la "Furia" 31 partidos en los que se convirtió en su máximo goleador histórico, récord que mantuvo hasta 1990 cuando fue superado por Emilio Butragueño.
Tras su retiro como jugador en 1967 comenzó su carrera como entrenador. Dirigió 8 clubes, entre ellos Boca, River y el Real Madrid, y ganó seis títulos.
En el año 2000 fue declarado presidente honorario del Real Madrid y fue considerado por la FIFA como uno de los cinco mejores jugadores del Siglo XX junto a Pelé, Franz Beckenbauer, Diego Maradona y Johan Cruyff.