¿Siempre terminás diciendo que SÍ, aunque no quieras? Te ayudamos a darte un tiempo antes de contestar, para poder hacer un “scan interior” que te habilite una respuesta asertiva.
Aunque puedan parecer dos simples letras, la N y la O juntas muchas veces nos producen dolores de cabeza. Es que conocemos muy bien la frase “No se puede complacer a todo el mundo”, pero nos cuesta mucho ponerla en práctica.
Es así como muchas veces nos encontramos diciendo que SÍ para evitar el rechazo de los demás. Cuando estamos respondiendo a esa afirmación nos enojamos con nosotras mismas, porque terminamos haciendo lo que no queríamos. Otras veces decimos que NO simplemente porque queremos “castigar” a esa persona, cuando en realidad podemos responder un SI asertivo.
¿Qué significa ser asertiva?
Según la Real Academia Española, la palabra aserto proviene del latín assertus y significa “afirmación de la certeza de algo”. Cuando decimos algo con certeza nos sentimos firmes y seguras, sin temor de errar.
Cuando logramos ser asertivas podemos responder según nuestras convicciones. Esto significa decir SÍ cuando queremos decir Sí y decir NO cuando queremos decir NO.
Es importante destacar que la asertividad y la empatía deben ir de la mano. Necesitamos tener en cuenta a la otra persona, es decir, cuidar la relación y el devenir de la misma a partir de nuestra respuesta. Tenemos que desarrollar nuestra empatía si buscamos mantener relaciones genuinas con nosotras mismas y con los demás.
Lo que se aconseja es que aprendamos a darnos un tiempo antes de contestar, para hacer un “scan interior” que nos habilite una respuesta asertiva. Realizando este “scan” la podremos encontrar más fácilmente.
Antes de contestar (por SÍ o por NO), necesitás hacerte este tipo de preguntas:
* ¿Qué respondería si no me importara la aprobación de los demás?
* ¿Cómo se sentirá la otra persona ante mi respuesta? ¿Necesitaré aclarar algo para cuidar la relación?
* ¿Cómo actuaría una persona que considero asertiva si estuviera en mi misma situación?
El desarrollo de nuestras capacidades asertivas disminuye, con el tiempo, nuestro nivel de ansiedad. Nos invita a vivir una vida más auténtica y más liviana.
Por Agostina Fasanella, coach ontológico, fundadora de Liderarte Consultora.