Desde la Universidad Nacional de Río Cuarto comenzarán a medir la contaminación que puedan generar las antenas.
En diálogo con Gabriel Martella, los ingenieros Ezequiel Tardivo y Julián Durigutti, responsables del proyecto, comentaron que la iniciativa pretende medir el impacto de las radiaciones no ionizantes en el ambiente y la calidad de vida.
Los profesionales dijeron que se firmó un convenio con la municipalidad para responder a la inquietud sobre el impacto que producen las fuertes emisiones de radiación no ionizante que surge a partir de la instalación de gran cantidad de antenas de telefonía celular.
Los ingenieros Tardivo y Durigutti anticiparon que el estudio analizará si estas emisiones provenientes de las antenas cumplen con el máximo de exposición poblacional.
Finalmente aclararon que, al contrario de lo que cree la gente, no es conveniente la instalación de antenas fuera del radio urbano, sino que lo saludable son muchas antenas de poca frecuencia en zonas urbanas.
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El desarrollo tecnológico de los últimos años, en particular en el área de las comunicaciones, ha incrementado el empleo de ondas de radio de altas frecuencias. Es así que hoy disponemos de numerosas fuentes de radiaciones, como por ejemplo: antenas de telefonía celular, de radiodifusión, de microondas, teléfonos celulares, routers de Wi-Fi y dispositivos con conectividad Bluetooth, por solo citar algunas, que acompañan nuestras actividades diarias, generando nuevas situaciones de exposición de los seres humanos a las fuentes de emisión de ondas electromagnéticas (OEM).
Dentro de este contexto, es que empieza a surgir en la población (incluyendo científicos, entes de gobierno y población en general), la inquietud sobre las repercusiones en la salud debido a este desarrollo tecnológico y en consecuencia aparecen numerosos estudios de especialistas.
¿Qué sucede en Río Cuarto?
En particular en la Ciudad de Río Cuarto, la inquietud respecto al impacto en la salud que producen las fuentes de emisión de radiaciones no ionizantes (RNI), ha surgido a raíz de la instalación de numerosas antenas de telefonía celular en barrios residenciales donde existe una gran población de niños y adultos mayores. La falta de una respuesta concreta sobre la existencia o no de una relación entre la presencia de estas fuentes de emisión de OEM y la aparición de enfermedades en los vecinos que viven en las proximidades de las antenas, ha instalado alto grado de “temor” respecto al daño que pueden causar en la salud.
¿Que son las Radiaciones No Ionizantes?
Son las radiaciones electromagnéticas que no tienen la energía suficiente para ionizar la materia. Las RNI constituyen, en general, la parte del espectro electromagnético cuya energía fotónica es demasiado débil para romper enlaces atómicos; entre ellas cabe citar la radiación ultravioleta, la luz visible, la radiación infrarroja, los campos de radiofrecuencias y microondas, y los campos de frecuencias extremadamente bajas.
El marcado crecimiento en el uso de tecnologías inalámbricas en el área de las telecomunicaciones está vinculado con la necesidad de comunicación permanente en la actual Sociedad de la Información, es por ello que día a día se presentan nuevas situaciones de exposición a RNI haciendo necesario el control de las fuentes de emisión de ondas electromagnéticas (OEM) de manera tal que se respeten las normativas existentes respecto a los niveles de Máxima Exposición Poblacional (MEP).
Por su parte, el marco normativo argentino sobre los niveles de la MEP a las RNI está basado en las últimas recomendaciones de la Organización Mundial de la salud (OMS).
Es importante destacar que la ciudad de Río Cuarto, también cuenta con un Código de Planeamiento Urbano que incluye una sección que regula las antenas de telefonía celular.
Fuente: Informe 16 - LV16.com
Material aportado por los ingenieros Tardivo y Durigutti.