La diputada presentó un escrito en la Justicia. Además, aportó fotos que muestran que de ese lugar se llevaron dinero, documentación y armas. El empresario mostró su vivienda y negó la existencia de tal depósito secreto
La diputada nacional Elisa Carrió denunció en la Justicia que el empresario santacruceño Lázaro Báez, imputado por presunto lavado de dinero, habría sacado de una bóveda de su propiedad dinero, armas y documentos que podrían servir como pruebas para la investigación.
La legisladora hizo la presentación ante el fiscal federal Guillermo Marijuán, quien imputó a Báez, y habría aportado además una importante cantidad de fotos sobre el supuesto vaciamiento de las cajas que habrían estado en una propiedad del empresario en Río Gallegos.
En este marco, Jorge Lanata, conductor del programa Periodismo Para Todos, en el cual comenzó a destaparse la cuestión del presunto lavado de dinero, ratificó anoche la denuncia de Carrió y mostró fotos de la presunta secuencia del operativo que se habría desarrollado para sacar los elementos.
Según Lanata, Báez "desmanteló un depósito secreto y hay fotos de 50 valijas medianas de viaje".
De acuerdo con lo que trascendió, en la denuncia se indicó que el supuesto operativo para vaciar la bóveda se habría producido el mes pasado, horas después de la emisión del programa de Lanata en el que se reveló el caso a través de los financistas Federico Elaskar y Leo Fariña, quienes luego intentaron desdecirse pero también terminaron imputados.
Además, Carrió pidió que se cite a declarar a un presunto empleado de la empresa Austral Construcciones, de Báez, quien según el escrito habría colaborado en el desmantelamiento. Y habría pedido que a esa persona se le conceda custodia personal para proteger su vida. El material supuestamente sacado de ese recinto habría sido llevado a un establecimiento rural que pertenecería a Báez, según la denuncia.
Luego de estas nuevas denuncia, anoche el empresario santacruceño abrió las puertas de su chacra en Río Gallegos a periodistas para negar la existencia de una supuesta bóveda. Incluso, el diario local Prensa Libre, propiedad del empresario, pone en portada que "abrió las puertas de la chacra al periodismo".