Dijo que la corrupción es un fenómeno mundial; "Hay jefes de Estado presos"
"No digo que son todos corruptos , pero pienso que es difícil ser honesto en política. Hoy el problema, y no hablo sólo de Italia, sino de todos los países, es mundial. Ocurre que la política se ha devaluado, devastada por la corrupción, por el fenómeno de las coimas. Lamentablemente, hoy es un fenómeno mundial. Hay jefes de Estado en la cárcel justamente por esto."
Con estas palabras, Francisco volvió a fustigar ayer en duros términos a la corrupción, durante una entrevista con el diario romano Il Messaggero en ocasión de la fiesta de San Pedro y San Pablo, patronos de Roma.
Durante la entrevista, realizada por la vaticanista Franca Giansoldati el martes pasado, el Papa respondió preguntas sobre diversos temas, hizo gala de su buen humor y dijo estar en "óptimo estado", al desmentir rumores sobre su salud.
Al arremeter contra la corrupción, el ex arzobispo de Buenos Aires dijo que después de haber reflexionado mucho sobre el tema había llegado a la conclusión de que se trata de un mal que ha crecido porque el mundo se encuentra no en una "época de cambios", sino en un "cambio de época".
"Por lo tanto, se trata de un cambio de cultura, y justamente en esta fase emergen cosas de ese tipo. El cambio de época alimenta la decadencia moral, no sólo política, sino también en la vida financiera y social", sentenció.
"Es el ambiente que facilita la corrupción. A veces hay personas que querrían hacer las cosas claramente, pero luego se encuentran en dificultad y es como si fueran fagocitadas por un fenómeno endémico de diversos niveles, transversal. No porque es la naturaleza de la política, sino porque en un cambio de época los impulsos hacia una cierta deriva moral se hacen más fuertes", indicó.
El Papa también se mostró preocupado por la prostitución y la explotación de menores, que conoció bien y que combatió en su país y que también se ven en la capital italiana.
"En la Argentina es lo mismo. Para algunos trabajos manuales son utilizados los chicos porque tienen manos más pequeñas. Pero los niños son también explotados sexualmente, en albergues. Una vez me avisaron que en una ruta de Buenos Aires había chicas prostitutas de 12 años. Me hizo mal. Pero aún más ver que se detenían autos de gran cilindrada manejados por ancianos. Hacían subir a la niña y le pagaban 15 pesos que después le servían para comprar paco. Para mí son pedófilas estas personas", denunció.
ESPEJO DE DEGRADACIÓN
"Pasa también en Roma. La ciudad eterna, que debería ser un faro en el mundo, es espejo del degradamiento moral de la sociedad", agregó Francisco.
Cuando la periodista abordó la baja tasa de natalidad que hay en Italia y en el resto del continente, por otro lado, dijo que era "como si Europa se hubiera cansado de hacer de mamá, prefiriendo hacer de abuela".
"Mucho depende de la crisis económica, y no sólo de una deriva cultural marcada por el egoísmo y el hedonismo", precisó el jefe de la Iglesia Católica.
Al ser preguntado por Giansoldati sobre cómo se siente cuando algunos lo tildan de "papa comunista" o "populista", directo y claro, Francisco respondió: "Yo digo solamente que los comunistas nos robaron la bandera".
"La bandera de los pobres es cristiana. La pobreza está en el centro del Evangelio. Los comunistas dicen que todo esto es comunista. Sí, cómo no, veinte siglos más tarde. Entonces cuando hablan se les podría decir: «Pero ustedes son cristianos»", agregó, riendo.
Cuando la periodista sugirió que el Papa "quizás habla poco de las mujeres" y le preguntó qué lugar ocupan para él en la Iglesia, Francisco dijo que "las mujeres son la cosa más linda que Dios ha hecho" y que "la Iglesia es mujer", es una palabra femenina.
Y como en otras oportunidades, Francisco consideró que es necesario trabajar más sobre la teología de la mujer, cosa que se estaba haciendo.
EVASIVAS
Preguntado por la vaticanista sobre si se pueden esperar decisiones históricas, como una mujer jefa de dicasterio, el Papa prefirió responder con una broma: "Bueno, muchas veces los sacerdotes terminan bajo la autoridad de las perpetuas".
Entrevistado por el histórico diario de Roma, uno de los temas centrales fue esta capital, una ciudad que, según afirmó, tiene esos mismos males que metrópolis como Buenos Aires, donde siempre "hay quien aumenta sus beneficios y quien es siempre más pobre". Una ciudad que, según admitió el Papa, conoce poco, a pesar de los viajes que realizó como obispo y luego cardenal.
"Piense que la Capilla Sixtina la vi por primera vez cuando participé en el cónclave que eligió a Benedicto XVI (en abril de 2005, tras la muerte de Juan Pablo II). Tampoco fui nunca a los museos", reveló el Papa, que al final también confesó que aprendió una frase en romanesco, el dialecto local, que dice: "Campa e fá campá", algo así como "Vive y deja vivir". (La Nación)