El comercio de carne de cerdo a nivel global, y en particular en la región, busca acrecentar las barreras fitosanitarias.
El comercio de carne de cerdo a nivel global, y en particular en la región, busca acrecentar las barreras fitosanitarias a partir de la aparición de focos de fiebre porcina en Colombia, lo que llevó a medidas parciales de restricción en Brasil, cuarto exportador mundial del producto.
La Asociación Brasileña de Proteína Animal (Abpa), que agrupa a productores y exportadores de carne porcina y de aves, reclamó medidas adicionales a las dispuestas en marzo por el Gobierno de Dilma Rousseff, tras conocerse la presencia de 45 focos del virus de diarrea epidémica porcina (PED, por sus siglas en inglés) en territorio colombiano.
"Como cuarto mayor exportador mundial de carne de cerdo Brasil necesita proteger sus rebaños y ese es un mensaje que ha sido reiterado de forma incesante por el Abpa", alertó el presidente de la entidad, Francisco Turra.
En marzo pasado, el Ministerio de Agricultura se hizo eco del alerta de la entidad y dispuso la cuarentena para los cerdos vivos desde prohibición del ingreso de cerdos desde Colombia y otros países con presencia de PED, como Estados Unidos, en tanto Francia se constituyó en el primer mercado en suspender la importación de estos animales.
En esa oportunidad, la Abpa había alertado sobre la necesidad de imponer restricciones temporarias, no sólo al ingreso de cerdos vivos, sino al de material genético, plasma porcino y bovino, entre otros productos, provenientes de Estados Unidos.
Brasil exporta carne de cerdo a más de 70 paíy en los últimos meses compensó con su producción la salida del mercado exportador de los afectados por la PED, como Estados Unidos, México y Canadá.