Por primera vez en un Mundial, Brasil no se llevó una victoria de un duelo con México. En el Estadio Castealo de Fortaleza, por la segunda fecha del Grupo A, empataron 0-0. Así, ambos seleccionados comparten la punta con un triunfo por lado, producto de sus debuts en la Copa del Mundo, ante Croacia y Camerún, respectivamente, y tendrán que esperar a la última fecha para asegurar la clasificación.
Como ocurrió en San Pablo cinco días atrás, en Fortaleza también se repitió el canto del himno nacional cuando la música ya había terminado. Ese aliento brasileño, pese a la buena cantidad de mexicanos que intentaban combatirlo, se trasladó a la cancha, donde el seleccionado brasileño se convirtió rápidamente en el dominador del juego. El sector derecho de la defensa mexicana fue el elegido por Marcelo y Oscar para encarar. El jugador del Chelsea apareció por allí a los 10 minutos, cuando mandó un centro endiablado para Fred, quien en posición adelantada sacó un remate desviado. Tres después fue el lateral de Real Madrid el que buscó por ese lado, ante una defensa confundida que alejó el peligro en dos tiempos. Las faltas, entonces, se convirtieron en un recurso de los aztecas para evitar el gol.
Así se dio hasta que los delanteros mexicanos se animaron a la contra: a los 24 minutos, Herrera sacó un tiro que Julio Cesar llegó a tocar para mandar la pelota al córner. La respuesta de Brasil también llegó rápidamente: a los 26, Neymar se elevó en el área y exigió la gran respuesta de Ochoa para tapar ese cabezazo justo antes de que cruzara la línea, en la mejor ocasión para romper el cero del primer tiempo. Entonces, el trámite se hizo de ida y vuelta, con buenas ocasiones para los dos. Para México apareció Vázquez, a los 41 minutos, con un remate desviado, mientras que Brasil probó mediante una jugada preparada después de un tiro libre, en la que Oscar la bajó de pecho para David Luiz, que exigió a Ochoa.
El segundo tiempo comenzó con Brasil en la búsqueda del gol. Ramires, que había reemplazado al lesionado Hulk, le dejó su lugar a Bernard, quien fue el encargado de enviar el centro para Neymar, que fue interceptado con lo justo por Francisco Rodríguez. Sin embargo, después de esa marea amarilla en el área de Ochoa, México se animó y tuvo varias chances de abrir el marcador con tiros desde afuera del área de Guardado, Vázquez y Herrera. Y, mientras eso pasaba en el otro arco, en el propio Ochoa se transformaba en la gran figura, con más atajadas, esta vez a Neymar, a los 23, y a Thiago Silva, quien cabeceó solitario a los 40.
Cualquiera de los dos pudo haberlo ganado en los minutos finales. Pero ninguno logró mover el cero. Para México fue un resultado impensado y por eso se festejó, mientras que los brasileños dejaron dudas que se sumaron a aquellas que había entregado en el debut contra Croacia, con la polémica actuación del árbitro japonés Yuichi Nishimura, al cobrar un penal inexistente. El pase a octavos se definirá en la última fecha del grupo, cuando los locales choquen con Camerún, a priori, el rival más débil. (Clarín)