La fiesta del fútbol mundial contrasta con las imágenes de un país que lucha por saldar su deuda social en medio de operativos de seguridad impactantes que procuran evitar que los extranjeros perciban la pobreza de importantes sectores del “coloso” sudamericano. Delicada situación social que deriva en violencia e inseguridad.
A metros de imponentes estadios se elevan las favelas, nombre dado en Brasil a los asentamientos precarios o informales que crecen en torno o dentro de las ciudades grandes del país.
Thiago, habitante de una de ellas, sabe que nunca más tendrá la posibilidad de tener un mundial a metros de su casa pero su partido es otro. Su victoria será juntar de los cestos de basura la mayor cantidad de latas de aluminio que el primer mundo deja para “trocarlos” por dos “Reais”, con la elemental misión de comer un día más.
Lic. Sergio Tatta.