Cristina Kirchner oficializó ayer el cambio en su equipo de médicos con el reemplazo de su histórico colaborador Luis Buonomo al frente de la Unidad Médica Presidencial por Marcelo Ballesteros, quien actuaba en los hechos como el responsable del área desde el último mes.

La salida de Buonomo se dio por motivos de salud después de que, el 4 de mayo pasado, lo operaron de urgencia en el sanatorio Otamendi para colocarle cinco stents coronarios, sumado a un cuadro de hipertensión, dislipemia e hiperglucemia que lo obligó a alejarse del cargo.

Buonomo fue el hombre que se ocupó de cuidar al matrimonio presidencial y su familia desde que llegaron a la Casa Rosada. Es amigo de la Presidenta y su entorno, a quien acompaña desde Santa Cruz.

En paralelo, Cristina Kirchner creó un cargo especial para quien fue su médico en los últimos años. Mediante el decreto 848, publicado ayer, el mismo día en que se formalizó la renuncia, lo designó coordinador de enlace con la Comisión de Cascos Blancos, que depende de la secretaría general de Oscar Parrilli.

"Es una manera de mantenerlo cerca", describieron fuentes oficiales a LA NACION sobre el nuevo cargo creado para Buonomo por la Presidenta.

El médico ya estaba alejado en los hechos de la formalidad de la jefatura de la Unidad Médica Presidencial. Había dejado de ir a los actos y de viajar con Cristina Kirchner, lugar que ocupó su segundo, Ballesteros. Más allá del cambio de roles, Buonomo seguirá siendo parte del círculo de confianza de la quinta de Olivos.

Su rol más activo lo tuvo durante la presidencia de Néstor Kirchner y en el primer mandato de Cristina, con los primeros episodios de lipotimia de la Presidenta. Tras aquella primera situación se alejó del día a día para atender a su esposa, en tratamiento por un cáncer. Tras la larga enfermedad murió justo cuando comenzaba el segundo mandato de Cristina. Pero la operación de la glándula tiroides de la jefa del Estado aquel enero de 2012 lo obligó a retomar sus funciones. Lo mismo sucedió con la segunda intervención, el año pasado de la Presidenta, por el hematoma craneal.

Buonomo se ocupaba tanto de atender a la Presidenta como a su entorno familiar. Desde los hijos, Máximo y Florencia, hasta la madre de Cristina, Ofelia Wilhelm. Incluso, siguió de cerca el embarazo de Rocío García, la mujer de Máximo.

A partir del nuevo nombramiento tendrá cargo de subsecretario de Estado. Entre sus tareas deberá reportar a Parrilli, de quien dependerá orgánicamente, sobre las tareas de voluntariado en la Comisión de Cascos Blancos, un organismo de la Cancillería encargado de "diseñar y ejecutar la asistencia humanitaria internacional" del país.

Ante el cuadro de estrés y sus complicaciones de salud, su propio médico le recomendó dejar el cargo de alta exposición que significa cuidar a la Presidenta.

Graduado con honores en la Universidad de Buenos Aires, se especializó en cirugía del dolor. Es actualmente adscripto a la Casa de Santa Cruz como consultor de pacientes y seguirá, de todas maneras, operando en el hospital Alberto Balestrini, de La Matanza, donde es jefe del departamento de Cirugía.

UN MÉDICO DEL PODER

Ingreso: Buonomo fue designado como director de la Unidad Médica Presidencial en 2007, durante la presidencia de Néstor Kirchner.

Problemas: Hace un mes sufrió un cuadro cardíaco que lo obligó a bajar el nivel de estrés.

Destino: La Presidenta lo nombró ayer para ser el enlace con la Comisión de Cascos Blancos.

Por Mariana Verón  | LA NACION